En la literatura, como en la vida lamentablemente,
abundan las historias de episodios en el que este juego, mortal por excelencia, es el protagonista.
Al modo tradicional, pistola en mano, podemos ver el
procedimiento en “La calavera del
Marqués” de 1965, como “administración de justicia”; en “El francotirador” de 1978, como una
tortura para los prisioneros del Vietcong; en “El topo” de 1971, como una forma fraguada de conseguir fieles
para una iglesia.
Pero si de formas poco ortodoxas hablamos, comparto
estas tres:
. “Flash
Gordon” de 1980: una roca con cavidades, alguna de ellas tiene un
animal venenoso en su interior y, uno por vez, los participantes deben
introducir su mano.
. “Airbag”
de 1996: cuatro tortilla para cuatro comensales de las cuales, solamente una no
tiene hongos envenenados, el ganador se lleva el dinero apostado…y la vida…
. “Taras
Bulba” de 1962: dos cosacos deben saltar un precipicio a caballo hasta
que uno caiga al vacío.
Originalidad
puesta al servicio de la muerte…
"Airbag" |
Tony Curtis se juega la vida en "Taras Bulba" |
No hay comentarios:
Publicar un comentario