domingo, 28 de mayo de 2017

“Algo para recordar”

  Leíamos en nuestra niñez, las revistas de la grandiosa editorial mexicana NOVARO.



   Esa era nuestra relación con los superhéroes.

   A través de páginas coloridas.

 Superhéroes o historietas bien infantiles, o de vaqueros, o de héroes de la prehistoria o de un grupo de estudiantes de un pueblo norteamericano que apenas existía.

 Como suele hacer el tiempo, el tiempo hizo que eso ya no existiese. Las revistas siguen, sí, pero no aquellas ni como aquellas…

 Lo superhéroes están en el cine o en las series televisivas, los vaqueros también, el grupo de estudiantes del pueblo que apenas existía, también…

 No está mal.

 El mundo cambia, a nuestro pesar.

Hay quienes conservaron esas viejas revistas como un tesoro.

 Hay quienes intentan recuperar las que perdieron.

 Hay quienes las miran nostálgicamente a través de una red social.

 Yo soy uno de esos…

 Mi recomendación:






martes, 23 de mayo de 2017

Roger, eternamente Roger Mooore



 Dos cosas por hoy:

 Lo primero:

 Odio las notas necrológicas, ya lo he dicho, pero algunas no puedo evitarlas.

 Lo segundo:

 Siempre hubiera querido ser Roger Moore o acaso hubiera querido ser   Brett Sinclair o James Bond o El Santo, pero, en realidad hubiera querido ser El Santo según Roger Moore o Bond según Roger Moore o Brett Sinclair como lo interpretó Roger Moore

 Mi copa en alto en tu honor, amigo Roger


viernes, 19 de mayo de 2017

Perturbadores por siempre…

 Hay libros perturbadores...

 Hay fragmentos perturbadores...

En la adolescencia me topé con este fragmento de “La rebelión de los brujos”  obra controvertida y discutible de Pauwels/ Bergier y nunca pude sacarme de la cabeza este fragmento introductorio. Si perturbar y galvanizar en la memoria algo a alguien fue el objetivo de los autores, conmigo lo lograron:


“Nuestra civilización, como toda civilización, es un complot. Numerosas divinidades minúsculas, cuyo poder sólo proviene de nuestro consentimiento en no discutirlas, desvían nuestra mirada del rostro fantástico de la realidad. El complot tiende a ocultarnos que hay otro mundo en el mundo en que vivimos, y otro hombre es el hombre que somos. Habría que romper el pacto, hacerse bárbaro. Y, ante todo, ser realista. Es decir, partir del principio de que la realidad es desconocida…”






domingo, 14 de mayo de 2017

El amor como acontecimiento inevitable…

 Me gustan los personajes literarios que confiesan su amor como una eventualidad contra la que no se puede luchar:

 “Está más que claro que,  pese a mis mejores intenciones, no puedo vivir sin ella. Es una lástima…”


Sandor Marai “La Extraña”


Jean Seberg, vista por Henri Dauman



sábado, 6 de mayo de 2017

Literatura y Cine…competencia legendaria...




 El crítico local Jorge Carnevalle no dudaba en confesar, rondando su vejez, que había soñado con un cine a la altura de lo literario, un cine que intentase estar a la par de la Literatura y disputar alturas estéticas. Había disfrutado el gran cine, el de Godard, Visconti, De Sica, Fellini, Scorsese, Ford, Welles, Hermanos Coen, etc… “Como ya señalé en más de una oportunidad, pienso que el cine tuvo su momento de gloria entre los años 60 y 70 y nos llevó a creer que podía medirse con la literatura. Aquello era un espejismo. Los avances tecnológicos, los multiplex y las películas en 3D nos indicaron que el cine volvía a ser lo que fue siempre: un entretenimiento masivo con algunos aditamentos que lo convierten en un parque de diversiones de lujo…”

 Admite, pasado el tiempo, ingenuidad y derrota.

 El Cine no logrará, según él, esas alturas estéticas a las que se puede acceder a través de la expresión literaria…

 Recuerdo la película Barton Fink, que es una figuración del tormento que vivió el escritor William Faulkner al tener que trabajar para Hollywood convirtiendo obras literarias en guiones cinematográficos. Había que reducir algo grande, traducir con simpleza algo complejo.

 Pero, la sabiduría popular entiende que si lo pequeño no puede subir, lo grande puede bajar…

 Así es cómo hoy tenemos literatura casi cinematográfica. Autores que se sienten como pez en el agua a la hora de la adaptación cinematográfica, no sufren como Faulkner sino que lo disfrutan y le sacan provecho como George Martin que es el guionista de su propia obra, la cual, por otra parte, es absolutamente cinematográfica (estamos hablando de Canción de Fuego y Hielo devenida en Juego de Tronos), o podríamos hablar de la metamorfosis que a lo largo de pocos años fue “sufriendo” Harry Potter, obra que tuvo un inicio puro y literario, sin una página de más, para terminar en un fárrago extenso pensado para el merchandising y lleno de guiños para la cómoda y rápida adaptación a la pantalla grande… La saga Potter nació como un texto para lectores y terminó como un "texto-base" para espectadores. Y podría decirse más, el primer Harry Potter, el de la Piedra Filosofal, fue un incentivador a la lectura, en cambio, el resto de ellos fue una invitación cinematográfica...

  Es posible que, como pensaba Carnevalle, el cine no logre alcanzar el sitial artístico de la ficción literaria, pero, tal vez, la ficción literaria pueda bajar unos peldaños para tomarle la mano…