lunes, 27 de febrero de 2017

Oscar 2017 o “Los dioses también se equivocan (segunda parte)”.

 Si son curiosos, verán que en la entrada del pasado 13 de febrero hablábamos de ese par de errores que se cometieron en la entrega de los Grammy, entre ellos que no funcione un micrófono…

 Ahora, produjeron un papelón a escala superlativa en la entrega de los Oscar 2017.

 Una pena, teníamos en el imaginario que EE.UU. se destacaba por hacer ciertas cosas de manera excelente. La "imbatible" industria del cine auguraba la producción de eventos casi sin mácula.

 Lo de ayer fue penoso.

 Los que se creyeron ganadores, subiendo al escenario para luego tener que bajarse vergonzosamente, (algunos luego de haber dado su discurso); quitarles de las manos las estatuillas para otorgárselas a otros, como si se tratara de esos errores que se producen en los concursos escolares…


 Espectáculo penoso, no me nace otra palabra, dieron vergüenza ajena y verdadera pena… 





sábado, 25 de febrero de 2017

El profundo peligro de la autobiografía:



 Estoy convencido de que la única actividad verdaderamente noble es la Literatura.

 Otras disciplinas de la escritura, todas las otras, son deshonestas.

 Sólo la Literatura confiesa a las claras que lo dicho es ficción con todo lo que ello significa.

 Quien quiera tomar la ficción por algo puramente cierto, allá él. Que busque la tumba del Quijote, la varita de Harry Potter o la guitarra de Martín Fierro.

 La autobiografía puede ser un arma peligrosa, muy peligrosa. 
 
 Transcribo este fragmento de la entrevista que el escritor Fabían Sicardi realizó al mítico Tobias Wolf:

“–También hay autobiografías falsas… –Lamentablemente (se ríe). Están los ejemplos como En mil pedazos, de James Frey, que tienen aristas cómicas, como cuando comprobaron la falsedad de los hechos contados por Frey (abusos de drogas y la recuperación posterior que nunca sucedieron) y la editorial se vio obligada a devolverles el dinero a los lectores enojados. Pero hay otras más preocupantes, como las autobiografías que han probado ser falsas y hablan sobre el Holocausto, las que pretenden ser recuerdos de sobrevivientes, como Fragmentos, de Binjamin Wilkomirski, que años después de la publicación se demostró no sólo que sus historias eran falsas sino que el autor (cuyo verdadero nombre es Bruno Grosjean) ni siquiera era judío. De algún modo siguen resultando graciosas, pero no son inocentes. Hay mucha gente que quiere negar lo que sucedió y esa memoirs alimentan a los que dicen: “Viste, era todo mentira”. No puede dejar de existir una cierta...

–¿Responsabilidad?


–Y también confianza. Con historias falsas, esos autores erosionan la confianza del lector. Además, la mayoría de esos libros son mala literatura. Muchos de esos manuscritos fueron rechazados por las editoriales cuando los presentaron como novelas y los autores los volvieron a presentar como autobiografías…”





martes, 21 de febrero de 2017

El traje de baño como bandera igualitaria…



Soledad y mar, desconozco autor...

 Acabo de leer a un señor llamado Juan Eduardo Tesone, quien, al quejarse del sistema de concesión de balnearios y playas de nuestro país, dice:

“…Despojados de toda investidura, el traje de baño, como los guardapolvos en la escuela pública, era una tentativa bastante lograda de alivianar las diferencias sociales…”

 Me gusta, me gusta lo que dice, me gusta citar fragmentariamente y fuera de “cotexto”, me gusta que este este señor insinúe lo bueno que sería el mundo si anduviéramos por ahí siempre en traje de baño o con menos que ello.

 ¡Todo sea por la igualdad social!



sábado, 18 de febrero de 2017

Clave poética…

  
Jean Seberg en la cámara de Henri Dauman

  Me gusta cuando alguien percibe al hablar de la creación poética, ese “algo” que poco puede percibirse…


“…hace falta algo más, el toque personal y mágico e indefinible que convierte un puñado de palabras -las mismas palabras que están al alcance de todos en cualquier diccionario- en algo único e insustituible, en un descubrimiento y un deslumbramiento y una alegría para siempre…”

J.L. García Martín




martes, 14 de febrero de 2017

¡Feliz día!

   “Los enamorados
        no saben
        que lo que tienen entre manos
        es también esa vieja bomba
        que aparece muchos años después
        bajo la arena
        de la playa
        con el detonador intacto.

        No lo saben.
                            Ni que la guerra
        no se acaba nunca.

        Por eso se enamoran"

           Karmelo C. Iribarren.




lunes, 13 de febrero de 2017

Grammy 2017, los dioses también se equivocan…

  A los ciudadanos de los países sudamericanos se nos ha enseñado a observar la realidad desde el prisma de una ineficiencia culposa.

  “No sabemos bien por qué, pero no podemos hacer las cosas tan bien como los otros”, una impronta de este tipo emana, cada vez con menos fuerza (por suerte), desde varias voces a través de los años. La premisa supone que los otros sí, saben hacer las cosas bien porque tienen el talento y la fortaleza económica para hacer todo muy bien.

   Pero, la realidad no puede ya ocultarnos que no todo lo que se hace en el piso más alto del mundo se hace bien.

  Es más, se percibe que muchas cosas se hacen realmente mal.


  En la entrega de los Grammy 2017 no funcionan micrófonos (¡Micrófonos! ¡Nada menos que en los Grammy!) y una profesional actúa de una manera poco profesional y debe parar su actuación para un “comenzamos de nuevo…”.









lunes, 6 de febrero de 2017

El vino que perdura siempre y las tabernas que todo lo resisten…



  Releí un libro que mi padre leía en mi infancia. En ese libro un personaje hermoso argumenta que el vino y las tabernas existirán mientras exista el hombre, acaso mientras exista la sed que, para el caso, es casi lo mismo…

“A mi juicio, el oficio de tabernero es también el más seguro de todos, porque la sed del hombre permanece inalterable pase lo que pase, y aunque se tambalease el poderío de los faraones, y los dioses cayesen de sus tronos, las tabernas y las hosterías no estarían más vacías que antes. Porque el hombre bebe vino en su alegría y lo bebe en su tristeza; en el éxito alegra su corazón con el vino y en el fracaso lo consuela de igual modo; bebe cuando está enamorado y bebe cuando su mujer lo apalea. Acude al vino cuando los asuntos van mal; riega sus beneficios con el vino. Ni tan solo la pobreza impide al hombre beber vino…”



Mika Waltari. Sinuhé, el egipcio.



sábado, 4 de febrero de 2017

Fama, efímera eres…

 Me preguntaba por qué causa, algunas figuras locales, insisten tanto en “estar en boca de todos” tanto por lo bueno como por lo malo…

 Y algún amigo me explicaba que la fama es desesperante. Su condición de efímera hace que los personajes de turno no descansen ni disfruten demasiado de los benéficos que depara puesto que no ser “noticia” de algún modo hace que todos comencemos a olvidarlos y el olvido es más temible que la muerte para los famosos.

 Ese amigo me preguntaba, a modo de ejemplo, si yo tenía en mi mente quien fue la actriz mejor pagada de EE.UU. en la década del treinta… Obviamente mi respuesta fue negativa:

 Kay Francis (1905–1968) fue quien entre 1930 y 1936 se convirtió en la primera estrella femenina del estudio Warner Bros, así como la actriz mejor pagada de los Estados Unidos.

 No la recordaba…

 Vagamente, tenía idea de haberla visto en algunos de sus numerosos films…

 Así es la fama.



Aquí, fotografiada por Edward Steichen  entre 1930 y 1032