viernes, 25 de marzo de 2016

Películas que superaron a sus libros…vamos a darle la razón…


 Quienes saben sobre “cultura y comunicación” suelen andar diciendo por estos días que las series televisivas son el nuevo cine. Las series televisivas que ya no son televisivas sino que, en número creciente, se ven a través de las computadoras incluso podemos observar a muchos siguiendo sus series por medio de sus celulares…

 Pero, si las series son el nuevo cine, me podría aventurar a decir que los yutubers sonlos nuevos periodistas de opinión…y si no lo son…pronto lo serán…

 Los blogueros (bloggers) somos una raza antigua tal vez.

 Comulgo hoy con el joven Nicolás Amelio Ortiz quien se inventó su lugar en la red llamado “ZEPfilms”, y desde allí se animó a fundamentar sólidamente y en pocos minutos que las siguientes películas superaron a sus libros de origen lo que equivale a decir que estos directores mejoraron exponencialmente la invención de los autores literarios:

Tiburón, libro de Peter Benchley; película de 1975, dirigida por  Steven Spielberg.




2001, Odisea del Espacio escrito por el maravilloso Arthur C. Clarke, dirigida por Stanley Kubrick en 1968.


Harry Potter y el prisionero de Azkaban, J. K. Rowling, film del año  2004 dirigido por Alfonso Cuarón.





El Padrino, Mario Puzo,  film de 1972 dirigido por Francis Ford Coppola.



Psicosis  de Robert Bloch, film de 1960 dirigido por Alfred Hitchcock.




 Mis “dos pulgares arriba” para el entusiasta “Nicolás Amelio”.


 Aquí la fuente:

https://www.youtube.com/watch?v=7v6zsFMdd-c



domingo, 20 de marzo de 2016

La vida está mal diseñada según Sbareglia...


 Tiempo hace que no cito a mi amigo perdido, quien se autodefinía como "poeta menor, espadachín frustrado y amante imaginario de las mujeres más bellas". Hablo de Quique Sbareglia.

 En uno de sus escritos, esbozaba una queja hacia la potestad divina, exponiendo que, a su criterio, la vida humana estaba mal diseñada y que, según él, habría que hacer al menos las siguientes modificaciones:

1.       Se debería poder pedir un tiempo muerto, es decir, que se pueda detener todo transcurrir durante cinco minutos al menos para repensar y seguir adelante.

2.      Deberíamos poder ver a alguno de nuestros amigos o familiares muertos, al menos, una vez, por lo menos un minuto.

3.      Se debería poder volver a protagonizar un momento de la infancia.

 De este modo sucinto, mi amigo Sbareglia expresaba cierta disconformidad universal no dejando de ser agradecido con la vida. Pero, realmente sostenía que detenerse un instante, abrazar a alguien perdido y volver a un recreo de su infancia lo colmarían plenamente.


 Otras demandas, las dejamos para ustedes lectores amigos, para que piensen qué quisieran agregar como deseos imposibles de esta vida.




domingo, 13 de marzo de 2016

Y ahora resulta que el problema es la felicidad…

 Leo las notas que publican los periódicos en los suplementos de “Salud” como leía, antaño, las viejas páginas de historietas, es decir, con cierto espíritu de divertimento en la ficción.

 Hace poco, en nuestra entrada del día 23/02/216, mostrábamos un estudio científico que aseguraba que “la infelicidad no mata”

http://lacomediatermino.blogspot.com.ar/2016/02/la-infelicidad-de-las-mujeres.html

 Además, en aquella oportunidad me aventuré a profetizar que, prontamente, se aseguraría que la infelicidad hace bien.

 Pues ya están los estudios en ese rumbo, ahora, algunos aseguran que la felicidad puede ser peligrosa:

http://www.clarin.com/buena-vida/salud/felicidad-puede-peligrosa-corazon_0_1535846697.html

 Nada peor para la salud que un buen momento…





martes, 8 de marzo de 2016

Mujer...




" Pubis, monte de Venus"
        es tu nombre.
        Y ¿ por qué no " duna ",
         " musgo ", por ese
         contorno y " suavidad ";
         o " fuente ", si de ti,
         brotando, salimos ?


           António Osório. ( Traducción de Pilar Fernández Hernández )


miércoles, 2 de marzo de 2016

Hemingway y la contrariedad de que publiquen las esposas…



 Alguna vez  Ernest Hemingway y Scott Fitzgerald fueron amigos. Publicaban en la misma editorial aunque Ernest decía que jamás debían publicarse sus libros al mismo tiempo.

 Pero…sucedió que salió a la venta un libro de Hemingway, “Muerte en la tarde” al mismo tiempo que uno Zelda Fitzgerald, esposa de Scott: “Save me the waltz” (“Resérvame el vals”).

 Inmediatamente, Hemingway, escribió a su editor diciéndole lo siguiente: “Si alguna vez publicas una novela firmada por alguna de mis esposas, te juro que te llenaré el cuerpo de balas.”

 Así era Ernest