lunes, 30 de mayo de 2011

Mapa del tesoro:

  Bueno, si hay algo que no he querido ser en la vida es egoísta. De todos modos confieso que de haber tenido la posibilidad de arrendar un buen bergantín, yo mismo hubiera ido a buscarlo.
  Tampoco es que me faltasen amigos, pero es que aquellos prefieren reunirse para el ritual de las cervezas o el tabaco y con eso tienen bastante. Así que, falto de dineros para una travesía y de camaradas con espíritu de aventuras y por estar yo mismo algo cansado para ciertas empresas, es que les dejo, amigos lectores y pacientes seguidores de este blog, el mapa del tesoro.
  Aquí lo adjunto, el mapa del Capitán Flint tal cual lo ha copiado el entonces joven Jim Hawkins y tal cual lo leyera el hacendado Sr. Trelawney en una noche de 1754 según consta en las gloriosas y entrañables páginas de la obra maravillosa del gran Robert L. Stevenson.
  El mapa del tesoro, con lujos y detalles, para ustedes, para que se despierte en sus almas ese afán de loca aventura por encontrarlo…
Nota: La isla del tesoro. R. L. Stevenson.

viernes, 27 de mayo de 2011

Pipas como almas ¡Nueva sección en el blog “La comedia terminó”!


   A partir de hoy damos inicio a una nueva página o sección. A nuestras tradicionales: “poemas”, “sólo sonetos”, “ensayos”, “cuentos” agregamos “Pipas como almas (sólo notas sobre pipas y humo)”.










  Esta sección será alimentada semanalmente. Cada viernes se incrementará con notas sobre pipas, tabacos, rarezas y notas específicas.

  ¡Queda pues, hecha esta  invitación formal aunque festiva a que visiten asiduamente esta magnífica sección y sean bienvenidos todos aquellos que quieran formar parte de esta noble “hermandad del humo”!


miércoles, 25 de mayo de 2011

Chicas Vamps, sí, las de antes…



  Los enciclopedistas del cine definen un tipo característico de “vampiresa” o “mujer vamp” más allá del guión específico de aparecer como la novia de Drácula, o la amiga o algo así.

  La “mujer vamp” era, para Hollywood, el sinónimo de mujer fatal, un arquetipo de personaje cinematográfico que encarnaba la dama peligrosa aunque deseable. Ellas, implicaban una corrosión a través de su sexualidad a partir de una antinomia sexo-puritanismo que seducían como transgresión.

  Las emblemáticas habrían sido: Theda Bara, Greta Garbo, Marlene Dietrich, Marilyn Monroe, Brigitte Bardot y Jeanne Moreau. Luego habrá habido muchas que no dejaron ni dejan de intentarlo.

  Yo sospecho que hoy aparecen, mayormente, como cantantes. La actriz le ha pasado la antorcha de la “fatalidad femenina” en pureza a la “cantante pop”. En la década del ’90 Madonna y actualmente Lady Gaga, haciéndose las malitas apetecibles y agarrándoselas, entre otras cosas,  contra la Iglesia Católica cada una a su turno como forma de artilugio comercial ("Immaculate Collectión", "Judas"). Nadie con algo de criterio puede creer que las “vamps” de antes como las de ahora encarnan para sus vidas lo que pregonan (si quieren investiguen buenas biografías y verán…). Son personajes y posturas de ficción que calan en el imaginario colectivo “machista reprimido” de antes y “juvenil contestatario light” de ahora.

   Sin duda, las cantantes de los últimos tiempos tienen algo de aquellas “mujeres fatales”.

   Pero como reza el título de esta entrada, preferimos  las “vamp” de antes.


  La del cine mudo Theda Bara con esas fotos en donde aparece con un esqueleto a modo de símbolo de sus víctimas masculinas no deja de asombrarme.

  Un brindis por Theda, o como decían sus publicidades: “The wickedest woman in the world” (algo así como “la mujer más mala del mundo”).




Nota: se llamaba Theodosia Goddman y había nacido en Ohio aunque los publicistas de la Fox la hacían nacer en tierras exóticas…


lunes, 23 de mayo de 2011

Renovación y compromiso

  Porque habíamos quedado comprometidos es que sumamos a las secciones “sólo sonetos” y “poemas” una producción nueva en cada una de ellas, al igual que una nueva narración: “1994”, con reminiscencias trágicas argentinas en la sección “cuentos”.

  El nuevo ensayo llega pronto.

  Y  tengan mi palabra de honor de que se sumará una nueva producción por semana en las dos secciones de lírica ya mencionadas.

sábado, 21 de mayo de 2011

Tango y amores trágicos III (tercera y última).

  Convengamos que nos podríamos pasar el tiempo que nos reste reconociendo escenas de amores trágicos tangueros. Hasta podríamos hacer un blog sólo dedicado al tema y sería prácticamente inagotable.

  Por ello, porque no lo vamos a hacer, es que observamos este último tango desde esta perspectiva y dejamos el tema allí, para que cada uno reconozca en su andar por esta tierra, cuál le parece el más trágico de todos los amores representados en la canción del alma de Buenos Aires.

  “Los mareados”:

  El caballero encuentra a la muchachita en un estado etílico fatal. Ve en ella, algo de la sombra de lo que hermosamente, era.
  “…pues al mirarte yo vi brillar                                                    
tus ojos, con un eléctrico ardor,
tus negros ojos que tanto adoré…”

   Pero, lejos de lamentarse y partir, pues se une al rito de beber y se emborracha con ella:
 “¡Cada cual tiene sus penas,
y nosotros las tenemos,
esta noche beberemos…” 

  La tragedia no se hace esperar un verso más:
   “…esta noche beberemos
  porque ya no volveremos
 a vernos más…” 

  La sentencia no tiene vuelta atrás:
  “Hoy vas a entrar en mi pasado,
en el pasado de mi vida…”

  Sólo queda el lamento final como inevitable epitafio. Se mira a sí mismo, hace que ella mire lo que son ellos, es decir, que mire en lo que ha venido a parar todo lo que eran y esperaban de sí mismos y de su amor. La decepción es total:
 “¡qué grande ha sido nuestro amor!
y sin embargo, ¡ay,
mirá lo que quedó…!” 

  La tragedia está concluida en su esplendor propio, como en toda tragedia lo más alto es lo más bajo, lo más grandioso es lo más terrible, el clímax es el peor momento. Así son las tragedias y el tango no es su excepción.

  “Rara, como encendida,
te hallé bebiendo, linda y fatal.
Bebías, y en fragor del champagne
loca reías, por no llorar.
Pena... me dio encontrarte
pues al mirarte yo vi brillar
tus ojos, con un eléctrico ardor,
tus negros ojos que tanto adoré.

Esta noche, amiga mía,
el alcohol nos ha embriagado.
¡Qué me importa que se rían
y nos digan "los mareados"!
¡Cada cual tiene sus penas,
y nosotros las tenemos,
esta noche beberemos
porque ya no volveremos
a vernos más.

Hoy vas a entrar en mi pasado,
en el pasado de mi vida,
tres cosas lleva mi alma herida:
amor, pesar y dolor.
Hoy vas a entrar en mi pasado,
hoy nuevas sendas tomaremos,
¡qué grande ha sido nuestro amor!
y sin embargo, ¡ay,
mirá lo que quedó...!” 
Letra: Enrique Cadícamo
Música: Juan Carlos Cobián

jueves, 19 de mayo de 2011

Tango y amores trágicos II

  Se nos dio por hablar de la tragicidad de los amores de tango…

  Y si hay un tango trágico es “Afiches”.

  A simple vista, sin entrar en complejas polisemias, parece que la muchacha lo ha abandonado y ha retomado una vida pseudo actoril. Ella aparece en “afiches”.

 Los versos más líricos serían los siguientes:

Ya moja el aire su pincel 
y hace con él la primavera...” 

 Inmediatamente, prosiguen otros dos versos que nos parten el corazón porque trasuntan todo dolor de la ausencia en la cotidianeidad:

“¿Pero qué? 
si están tus cosas pero tú no estás…”

  Y luego la explicación que nos hace comprender todo, ella se ha ido cuando él le dio lo mejor que puede desearse:

“Yo te di un hogar... 
¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar!

  Duele porque no dice: “te compré un autito y una casita”, le dio un “hogar” que es infinitamente algo más profundo que una propiedad…

  El final que es también estribillo es rotundamente trágico:

  “¡Dan ganas de balearse en un rincón!” 

“Cruel en el cartel, 
la propaganda manda cruel en el cartel, 
y en el fetiche de un afiche de papel 
se vende la ilusión, 
se rifa el corazón... 
Y apareces tú 
vendiendo el último jirón de juventud, 
cargándome otra vez la cruz. 
¡Cruel en el cartel, te ríes, corazón! 
¡Dan ganas de balearse en un rincón! 

Ya da la noche a la cancel 
su piel de ojera... 
Ya moja el aire su pincel 
y hace con él la primavera... 
¿Pero qué? 
si están tus cosas pero tú no estás, 
porque eres algo para todos, 
como un desnudo de vidriera... 
¡Luché a tu lado, para ti, 
por Dios, y te perdí! 

Yo te di un hogar... 
¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar! 
Se me gastaron las sonrisas de luchar, 
luchando para ti, 
sangrando para ti... 
Luego la verdad, 
que es restregarse con arena el paladar 
y ahogarse sin poder gritar. 
Yo te di un hogar... 
-¡fue culpa del amor!- 
¡Dan ganas de balearse en un rincón!”

Música: Atilio Stampone                                                                                                                                                                                                             
Letra: Homero Expósito

Nota: personalmente prefiero las versiones clásicas o tradicionales, no me gusta tanto escuchar “El Himno Nacional” por Charly García o “Muchacha ojos de papel” por Sergio Denis, pero la versión de “Afiches” por el folklorista José Larralde es una obra de arte.


martes, 17 de mayo de 2011

Tango y amores trágicos.

  Hace días que no me abandona la melodía del tango “El último café”. Esas cosas caprichosas que tiene el cerebro. Se ve que resonó en algún lado, la recordé y me sigue.

  De ahí que vengo ahora a dedicar unas líneas al “tango trágico”. Porque hay tango de todo tipo, pero algunos son bien trágicos. Cada persona que guste de estos sabores apreciará los suyos. Yo dedicaría un instante, como dije, a “El último café”.

Me detengo para saborear mejor los siguientes versos:

“Miro la garúa, y mientras miro
gira la cuchara de café...
Del último café…"

Ese “Del último…” es una aclaración rotunda y fatal.

Y luego:

“te escucho sin que estés:
‘Lo nuestro terminó’ "

Es decir, ya no hay nada más que aclarar…
Y sigo sufriendo con: 

“Lo mismo que el café,
que el amor, que el olvido,”

Y finalmente, lo sublime, la postura estoica ante lo irremediable, la resignación digna ante la felicidad que no existirá jamás:

“Y allí, con tu impiedad,
me vi morir de pie...”

  El final, final, es de alguien que tiene la nobleza en el alma con mayúsculas, aceptó que la otra persona no la ama, que va a partir, no obstante y  a pesar de que su presencia, la presencia del ser que ama pero que no corresponde a su amor, es seguramente,  toda una tortura, le ofrece el último café.

“Llovía, y te ofrecí, el último café.”

Un brindis (con café si se quiere) por esta maravilla del amor trágico.

 "Llega tu recuerdo en torbellino.
Vuelve en el otoño a atardecer...
Miro la garúa, y mientras miro
gira la cuchara de café...
Del último café
que tus labios, con frío
pidieron esa vez
con la voz de un suspiro...
Recuerdo tu desdén,
te evoco sin razón,
te escucho sin que estés:
"Lo nuestro terminó",
dijiste en un adiós
de azúcar y de hiel...
Lo mismo que el café,
que el amor, que el olvido,
que el vértigo final
de un rencor sin porqué...
Y allí, con tu impiedad,
me vi morir de pie,
medí tu vanidad
y entonces comprendí mi soledad
sin para qué...
Llovía, y te ofrecí, el último café." 

Música:Hector Stamponi.

Letra: Cátulo Castillo
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domingo, 15 de mayo de 2011

Una broma sobre la obra inconclusa…

   Queriéndolo o sin querer, muchos artistas nos dejaron sus obras inconclusas (sin entrar, hoy, en la reflexión de que toda obra lo es de alguna manera…).

   La mejor broma al respecto la veo en el lápiz de Tute a quien comparto y recomiendo.


viernes, 13 de mayo de 2011

Hamlet, en infinitas versiones.

 La escena de la calavera de Hamlet debe ser la más realizada de todas las escenas dramáticas del mundo. En versión original, en versión cinematográfica, televisiva, radial, circense, dibujos animados; en forma clásica, paródica, pastiche, humorística, libre; actuada por los grandes de la escena, por profesionales, por amateurs, por estudiantes, por payasos, por aprendices, etc., etc., etc.

  Infinidad de veces se la confunde con el texto en donde Hamlet dice: “_Ser o no ser…”, siendo que este fragmento corresponde al monólogo del príncipe en su castillo, y la escena de la calavera corresponde a la escena en que, regresando a su patria, se encuentra con unos sepultureros que le muestran el cráneo de Yorick, el bufón que alegró su niñez.

  Nada importa demasiado.

  La imagen de la mano que sostiene una calavera es el sello de Hamlet y la firma de Shakespeare.

  ¿En qué formato me faltaba verla?

   Supongo que nunca se me hubiera ocurrido tallada en la cazoleta de una pipa de espuma de mar.



  Dicen, los que dominan el tema, que lo apreciable de esta pipa es el tallado de la delicada mano del príncipe y el encaje del puño de su camisa.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Barbarella.

   Hablo del film, no de la historieta que le dio origen.

  Cuando un film es realmente malo, pasa al olvido. Incluso como pecado de grandes actores, las películas malas interpretadas por buenos quedan como un nombre perdido en el listado de sus filmografías.

   Pero cuando a una película se la recuerda por lo mala es que algo de bueno tuvo. Compruebe, amigo lector, cualquier enciclopedia del cine en cualquier formato y verá que se nombra a “Barbarella” como un film malo protagonizado por Jane Fonda.

  La película nunca logró plasmar el espíritu de la historieta, cosa que suele pasar en estos emprendimientos. Si la vemos a la luz de las superaciones tecnológicas nos parecería hoy irrisoria. Para algunos, muy irrisoria.

  ¿Y lo bueno? ¿Por qué se sigue recordando en la crítica desfavorable a este film en cualquier foro de cine fantástico?

  Recomiendo que algún domingo desapacible se la mire y que cada uno saque sus conclusiones. Yo tengo la mía.

  Y aquí va: el personaje de Jane Fonda tiene un candor, una “inocencia erótica” muy especial. La historieta de 1962 era considerada para adultos, no obstante, el film, que si bien para la época podría ser algo subido de tono aunque no mucho, contiene a este personaje que es más tierno que peligroso. La Barbarella de Fonda triunfa siempre porque es fácilmente vencible, embaucable, atrapable y, por lo tanto, nunca es derrotada.

  Un brindis por Jane que logró esta maravilla de personaje encantador y por ello redimió todo lo malo del proyecto. ¿Traicionó a la “Barbarella” original? Es posible, pero la “Barbarella” de papel ya no tiene lectores que la defiendan.

Nota: adjunto imágenes para curiosos de la historieta francesa creada en 1962 por Jean-Claude Forest y de Jane Fonda como la heroína del film de 1967 dirigido por Roger Vadim. Ah, y por favor recordemos que no hay que hacer de nuevo los films de culto…



lunes, 9 de mayo de 2011

Carlos Trillo

“No perdono a la muerte enamorada…”
Miguel Hernández.

  ¡No nos puede estar pasando esto!

  Se nos fue, sí, como suena la frase: “se nos fue” el gran Carlos Trillo, una figura enorme de la “Historieta argentina”.


Mito e instante II

En la entrada del día 06/05 hablábamos sobre algunas fotografías que lograron captar esos instantes de naturalidad humana más allá de lo que esas figuras retratadas lograron ser.

  Tomamos el caso de Gardel. Todos los argentinos y algunos americanos (especialmente los colombianos) tenemos una imagen mitológica del gran cantante: “el zorzal criollo”. Pero, por ahí aparece alguna foto que nos lo muestra más humanizado.

  Me cito a mí mismo y me disculpo por ello: “la fotografía logra, en algunos casos, captar la humanidad más allá de la divinidad.”

  El último sábado 07/05  se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento de Eva Perón. Mito de mitos argentinos, diosa de diosas o, acaso, diosa de dioses para la argentinidad. “Eva”, “Evita” es para Argentina “Santa Evita”, la reina que nunca tuvimos, la defensora de todos los humildes, la madre de los descamisados, la vengadora de los pobres de esta tierra, su título oficial era de Jefa espiritual de la Nación”. La muerte temprana completó su tarea divinizadora.

  Las numerosas fotografías acrecentaron su figura, no obstante, yo elegí una pintura de Nicolás García Uriburu que la muestra en el esplendor de su gloria.





  Eva Duarte de Perón ha sido retratada infinidad de veces, cada persona de criterio podría elegir en cuál fotografía aparece con más o menos naturalidad. Para mí, la humanidad que se trasluce a través de la fotografía podría ser esta foto de Eva a los once años, algo fuera de foco, con esa imprecisión de aquello que se pierde en el tiempo…





Nota: la foto original pertenece al Archivo Nacional del Instituto Eva Perón, “Museo Evita”.

sábado, 7 de mayo de 2011

La muerte de Bin Laden: ¿quién nos salvará de sus consecuencias… cinematográficas?

   La muerte del líder de Al Qaeda puede derivar en consecuencias pequeñas, medianas o grandes.


  La más grande sería que se inicie la tercera guerra mundial.

  Eso no es muy preocupante.

  Lo peor es el devenir cinematográfico que esto nos depara.

  Acabo de ver en algunos medios, la infografía con la “supuesta fortaleza” en la que Bin Laden se ocultaba (¿se ocultaba?), y las tareas que se debieron realizar para lograr la exitosa operación de los comandos norteamericanos…

  Por ende, se nos vienen no menos de tres películas este año. Todas con mucho: “¡¡¡move, move, move!!!” y “¡¡¡ go, go, go!!!”. Dos, seguramente muy malas y una bastante mala por lo menos.

  Veo el ajetreo de las compañías de segunda categoría que ya, en estos mismos instantes, deben de estar rodando y el  trajín de alguna buena compañía para lograr cerrar trato con algún actor más o menos potable que se quiera arriesgar al proyecto.

  Y a nosotros, los seres humanos simples de esta tierra ¿quién nos salvará de todo este adefesio? ¿Quién nos resguardará al menos de la publicidad de estos filmes que nos asaltará de aquí en adelante?

  Amigos: estamos perdidos.

viernes, 6 de mayo de 2011

Mito e instante.

Para los habitantes de la ciudad de Buenos Aires, Carlos Gardel es una figura mitológica importante.

  Es el dios de una intrincada mitología emblemática que concierne tanto al reconocimiento de la pertenencia a una ciudad como a  su manera de pertenecer. Es el documento icónico de la ciudadanía que supone sensibilidades perennes, coloridas y, a la vez, profundamente grises.

  Gardel es la figura inconsciente que todos los habitantes de esa ciudad tienen. El “bronce que ríe”, el que “cada día canta mejor”, el “porteño por excelencia”, etc.

  Pero la iconografía inmóvil, casi pantocrática que se establece en el alma, de pronto puede tomarse un descanso o puede verse algo conmovida si se observan algunos registros fotográficos.

  Porque la fotografía logra, en algunos casos, captar la humanidad más allá de la divinidad.

  Adjunto esta bellísima foto natural, no de pose, ni de ensayo, ni de set, en la que Carlos juega a las cartas en un pasillo de a bordo, regresando de Nueva York en 1928.






Nota: Los otros son, Marguerite Vignou, Victor Damiani, José Ganduz y Adamo Diduv.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Eternamente sonetos.

A pedido de unos pocos jóvenes entusiastas que disfrutan inmensamente de esta forma lírica es que pueden apreciar, a partir de hoy, un apartado más.
  A las páginas “Schipani en verso”, “Schipani en prosa” se suma “Schipani en verso (sólo sonetos). Una manera de honrar esta música que Juan Boscán nos trajera de Italia y que el gran Garcilaso de la Vega demostrara que al castellano le sienta muy bien.
  Queda pues la nueva sección para aquellos que quieran leer sonetos (en este caso “schipanescos”).
  No obstante un brindis por Boscán y por Garcilaso de quien Rafael Alberti dijera: “…en la mano mi sombrero/ qué buen caballero era.”

martes, 3 de mayo de 2011

La partida de Sábato (30/04/11).

1911-2011

      El escritor es una de las pocas personas que puede intentar seguir hablando después de morir.

      Acaso toda la literatura sea epistolar y testamentaria…

      Nos queda la obra.

lunes, 2 de mayo de 2011

Hundimiento del Crucero General Belgrano 02/05/1982

“No se clavan cruces en el mar…
no se escriben epitafios en el agua,
nunca muere quien puedes evocar,
no descansan los cuerpos si se mecen.

No se muere el viento ni la sal,
ni la flor si la esparces en el agua,
ni nada del amor queda en la nada
si recuerdas los héroes al rezar.

No se clavan cruces en el mar…
no se escriben epitafios en el agua,
ni nada del amor queda en la nada,
si el recuerdo reclama eternidad…”


                           Coral 2 de mayo.
                           Música: J.G. Daponte
                           Letra: P. Schipani