martes, 31 de marzo de 2015

La máscara de Superman…



 Se entiende que sólo en el universo de la ficción del comic y del cine de superhéroes se puede sostener el anonimato con máscaras durante toda una vida, durante toda una vida de superhéroe…

 Cualquiera se daría cuenta de que Batman es Bruce Waine, en un instante identificaríamos a Robin quien sólo se cubre con un pequeño antifaz…

 Y así todos, alguno querrá hacer la salvedad por el Hombre-Araña (Spiderman)… Pero, no hay caso, con las tecnologías actuales todos serían fácilmente identificados, por eso viven en un universo de ficción algo infantil.

 A excepción de Superman.

 Superman tiene el disfraz perfecto. No hace más que quitarse sus lentes que ni siquiera son “lentes de sol”.

 Tiene el disfraz perfecto porque su disfraz es su actitud.

 No hay modo de relacionar a ese pusilánime, mediocre, insulso, ese hombre tan, tan común que es Clark Kent con Superman. Nunca podría ser él…

 Ya se ha dicho que, en su caso, la situación es inversa, Superman es el sujeto originario y Clark Kent es la máscara, es decir al revés de todos los restantes superhéroes.

 Pero, de todos modos, su estrategia es genial.

 Su camuflaje es una actitud existencial, una posición ante la vida, una manera de ser que hace que nadie pueda relacionar el rostro de Kent con el de Superman.


 Así de simple.








sábado, 28 de marzo de 2015

“Cartas robadas…”



 Resulta que la policía hace un allanamiento en una casa de un pueblito de una provincia de este país…

 Sospechan de robo de motocicletas y ese tipo de cosas…

 Se encuentran con que el señor (empleado de correo) tenía robadas 7.700 cartas…

 Fue preso, pero yo lo perdonaría…

 ¿Para que querría esas cartas?

 ¿Para robar tarjetas de crédito, para aburrirse y reflexionar sobre la brevedad de la vida leyendo facturas y documentos legales?

 Yo creo que con “morboso placer” se ilusionaba con encontrar alguna de esas “cartas a la antigua”, una conversación personal, una historia de amor.

 Poco importan ya las cartas.

  El correo no se había dado cuenta hasta el momento que le faltaban entregar 7.700 cartas.

  Los emisores no se molestaron porque sus mensajes no hubieran llegado.


 Los destinatarios no se extrañaron por no recibirlas…



martes, 24 de marzo de 2015

Blade Runner, sí, regresa…

 Blade Runner, esa mítica película de ciencia ficción de 1982 no se podía quedar sin “segundas partes”. La “continúan” para estrenarla en 2016.

Harrison Ford, será nuevamente una de sus figuras (si es que se deja de pilotar aviones alegremente…) y también contará con su guionista original.

 Aquella, la película de 1982, estaba basada en la novela de Philip K. Dick, “¿Acaso sueñan los androides con ovejas electricas?” (Do Androids Dream Of Electric Sheep?).

 Soy partidario de no hacer continuaciones, ni nuevas versiones. Creo que cada film tuvo su magia en su momento.

 El talento humano puede crear cosas nuevas siempre.

 No obstante, no me la perdería, tomo el engaño.

 Debo confesarlo, también yo como el protagonista, estaba enamorado de Rachel





sábado, 21 de marzo de 2015

Otoño




 Comienza el otoño en esta parte del mundo…y porque también es el día mundial de la poesía

Otoño

Para este oficio estás
de nuevo.
Para esta larga y ambigua función de transformador de hojas,
de creador de grietas,
de inventor de soledades.

Para este oficio triste y no tan triste,
otoño
te naces,
te reinventas unánime y nostálgico.

Para jugar de nuevo esta carta
crepuscular y tibia a veces,
para todo esto te impones irreversible y mágico
y aquí nos tienes, sin más posibilidades
que lamentarte
y amarte.


P.S.


jueves, 19 de marzo de 2015

Venus, el casting y la ilusión virtual del fotoshop…


Y sigo leyendo a Fernando García:


“Las caderas no resisten el estándar del calce perfecto, la cola se cae como en un desprendimiento moroso (esos glúteos que vencen como médanos sin afirmar) y las piernas acompañan con pantorrillas fuera de línea y muslos de matrona. La “Venus” de Hayez, bastante más robusta que la de Botticelli, emergiendo de la espuma marina, no resistiría el juicio del presente, que no sólo ha dispuesto un arsenal estético-farmacológico en servicio del estándar occidental de belleza sino que ha perfeccionado lo que llamábamos pentimento (arrepentimiento, en la pintura clásica) y retoque (en el siglo de la fotografía), en lo que llamamos “fotoshopear”, a falta de una traducción posible para el argot del software que desde los años 90 ha cambiado nuestra forma de mirar.”


martes, 17 de marzo de 2015

“Venus” y la estética actual…

 Leo a un columnista cultural, Fernando García y me simpatiza lo que dice:


“Una Venus com la del italiano Francesco Hayez (1791-1881), maestro del romanticismo histórico, quedaría hoy fuera del casting…”





martes, 10 de marzo de 2015

Uno mismo es lo importante de cada obra de arte…

 Dicen los que saben del mundo de la plástica y de la escultura que si leemos a Guy Debord en La sociedad del espectáculo, podríamos arribar a la triste conclusión de que la obra de arte no sería ya protagonista sino un decorado escenográfico para exhibir el yo.

 Es decir, estamos ante el esplendor de la “selfie” común y rudimentaria, la simple “autofoto” al lado de una obra de arte. No importa la obra de Leonardo Da Vinci sino que yo estoy al lado de una de ellas.

 No importa la magnificencia del David sino que uno aparece ahí, a un costadito o en el centro incluso bien, bien cerca…


sábado, 7 de marzo de 2015

Drácula como un invasor de tipo colonial…



 Siempre hay que ser duro contra el invasor.

 Durísimo, no sólo hay que vencerlo, hay que desprestigiarlo.

 Desprestigiar al adversario (que no significa subestimarlo) es la primera estrategia del combate.

 El crítico y poeta Ariel Schettini nos recuerda que Drácula, según el clásico de Stoker, compra numerosas propiedades en Londres y sus alrededores. Se va a trasladar allí, a su “nueva patria”.  En su extraña eternidad ha aprendido el idioma y pule el acento durante las espantosas noches junto a Harker.

 Y concluye Schettini con mucha razón:


“Que un inglés se apropie del territorio del mundo es la norma. Pero que venga uno de ¿Hungría? ¿Rumania? ¿Dónde quedan los Cárpatos? Y que quiera apropiarse de lujo de Inglaterra, sólo tiene que ser un chupasangre.”  





martes, 3 de marzo de 2015

“Pipas como almas 2015”

 Para ese entusiasta puñado internacional de lectores que siguen nuestra página anexa “Pipas como almas (sólo notas sobre pipas y humo)”  les contamos que, como no pudimos darle continuidad por misteriosos problemas virtuales, inauguramos la página anexa “Pipas como almas 2015”.

 Allí, en “Pipas como almas 2015”, seguiremos fieles al estilo y la temática a las que estábamos acostumbrados subiendo una nota semanal.

 No obstante, la antigua página sigue vigente con las notas que subimos cada viernes desde mediados del 2011 hasta la fecha para que la puedan seguir consultando siempre.


 Nos disculpamos y nos declaramos sus servidores…





lunes, 2 de marzo de 2015

Los que inventan el pasado…




  Bill O´Reilly, alguna vez corresponsal de guerra, hizo crer al mundo que estuvo en la Guera de Malvinas de 1982. Ahora se desdijo con el argumento de que en realidad estuvo “cubriendo la guerra” desde Buenos Aires (a unos 2ooo km más o menos). Después dijo que Buenos Aires era, en ese entonces, un “baño de sangre”.

  Doy fe que hubo protestas algo violentas, en realidad fue sólo una,  pero nada más lejos que un baño de ese estilo…

  Y otro señor, Brian Williams, de NBC noticias, contó épicamente que al cubrir el conflicto con Irak, el helicóptero en el que viajaba había sido atacado…

  Luego, apremiado por los verdaderos protagonistas, aceptó que, en realidad la nave que iba delante de la suya era la que había sido atacada.

  Mentiritas de muchachos que intentan apropiarse de una gloria que no les corresponde…

 Chicos malos.

 Y tontos.


 Y el pasado que se convierte en algo tan, tan volátil.