viernes, 30 de septiembre de 2011

¡Viernes, viernes, viernes!

“La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre…”
E. Hemingway
  

  Para ese puñado de seguidores de la sección Pipas como almas, es que anunciamos el homenaje a Ernest Hemingway, un escritor que sabía disfrutar de la caza, la pesca, la literatura y el tabaco para pipa…


jueves, 29 de septiembre de 2011

Sthéphane Hessel y la poesía…

  
  Es el autor del “pequeño” libro “Indígnate” (32 páginas según la edición), una palabra que no necesita aclaración mayor teniendo en cuenta la situación social europea.


  Hessel fue, en 1944, apresado por la Gestapo en la Francia ocupada cuando hacía una misión diplomática en favor de la Francia libre de De Gaulle, fue torturado, conducido a Buchenwald y condenado a la horca salvando su vida de manera milagrosa.

  Este año dijo en una entrevista en la que se le preguntaba por el lugar que ocupa en su vida la poesía: “Sabes que ha tenido un lugar muy importante en mi vida, en los momentos más difíciles, en la guerra, en prisión…Ser capaz de recordar y recitar un largo poema era un enorme alivio. Considero que un joven de hoy que se sumerge en un poema, se ubica más allá de lo cotidiano…”



Nota: Hessel fue, además, uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. “Buchenwald” y “Dora-Mittelbau” son los campos de concentración en los que estuvo prisionero.

martes, 27 de septiembre de 2011

Poetomancia

 Mancias, es decir métodos para adivinar o conocer o “robarle” a Dios el futuro, hay muchas. Cartomancia, necromancia, quiromancia, ornitomancia entre tantas otras.

  Todas ellas se basan en una conjetura más o menos similar: nuestro destino ya está pautado, sólo tenemos que averiguar en dónde está escrito y cuál es el código que  debemos descifrar para leerlo…

  Julio Cortázar prefería la poetomancia”. En una entrevista que se le realizara en 1983 nos transmitía las bases metodológicas:

   “Hay un viejo juego, que yo sigo practicando con resultados que me asombran, que es lo que alguien llamó la ‘poetomancia’. O sea, tomar un libro de poemas, cualquier libro de poemas, cerrar los ojos, abrirlos y poner el dedo en un verso y leer ese verso; es impresionante la cantidad de veces que en mi caso, me iluminan un futuro inmediato o me aclaran un pasado o me muestran cuál es mi presente, entonces, ¿cómo no creer en el poder del lenguaje cuando ese simple juego se vuelve una cosa seria?”.
  
  ¿Puede la poesía darnos la clave de nuestro devenir?, ¿puede aclararnos una tragedia pasada o darnos luz sobre lo que nos está sucediendo?, ¿puede, el simple e inocente método de colocar un dedo a ciegas sobre un verso cualquiera de un poema cualquiera decirnos algo de manera profunda y personal?

  Es cuestión de ser inocentes y creer.

  Yo le creo a Cortázar

domingo, 25 de septiembre de 2011

Pizarnik, in memoriam…


   Secretamente, podríamos preguntarnos si cincuenta dosis de Seconal sirven para sanar los dolores de la vida.

  Obviamente, sabemos que no.

  Pero sí, son suficientes para acabar con la vida frágil de una poetisa.

  El 25 de septiembre de 1972, Alejandra Pizarnik, según sus biógrafos, escribió en un pizarrón que tenía en su cuarto y al que usaba para anotar ideas y para ver sus poemas “No quiero ir nada más que hasta el fondo”.

  Pizarnik, una gran poetisa argentina. Grande de verdad.

  Sus referencias biográficas están al alcance de cualquiera, incluso en blogs mucho más elocuentes que éste.

  Sus obras, por suerte, también están al alcance de quienes quieran adentrarse en su estética atrapante:

La Jaula

Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.” 

viernes, 23 de septiembre de 2011

¡Viernes!

  Hoy, en nuestro blog, continuamos con las habituales notas en “Pipas como almas” y un poema más en la sección “Schipani en verso (poemas)”: “Que todo te ilumine solitaria…”


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Día del estudiante(21/09).

 Llega la primavera (en el calendario clásico), y es el “Día del estudiante”. Cada 21 de septiembre es, en este país, el “día del estudiante”.

  Se da por descontado que hay asueto. Que los estudiantes secundarios, no tienen clase.

  Es un logro de ellos. Si hubiese clases nadie iría de todos modos.

  Ni siquiera aquellos pícaros que, a fuerza de tanto faltar, ya están en riesgo de perder el año, ni siquiera ellos, repito, si hubiese clases, irían.

 Por ende, cada 21 de septiembre no hay clases y todos nos volvemos algo locos y jóvenes de nuevo.

  Listos para enamorarse tontamente grandes y viejos.

  Es que el enamoramiento es, ante todo, una ilusión quimérica de futuro maravilloso que no puede rechazarse.

  Adjunto fragmentos de la película “Melody” (1971), aquel film en que Alan Parker hacía sus primeras armas.

  Me hubiera gustado vivir de niño un romance así…

  De verdad.

  No sólo en sueños.

  ¿El mérito de esta vieja película? :una gran historia de amor sin siquiera un pequeño beso.




lunes, 19 de septiembre de 2011

Otra vez “Lugares de terror”…

  
 En el pasado mes de julio, durante la semana dedicada a las reflexiones sobre terror y realidad, hablamos, un día (20/07), sobre los espacios de terror, aquellos lugares antiguos o nuevos, imaginados o reales, cercanos o lejanos que eran propicios a producir pavor en las almas.

  Hoy sólo quiero explicitar que esos lugares, a veces, pueden estar a pasos de nuestro hogar sin que reparemos en él debido a nuestra exigente cotidianeidad…
  A unas pocas cuadras de donde vivo, hay un asilo de ancianos o un geriátrico o un “hogar de mayores” como quieran llamarlo.
  El predio tiene una hectárea y el edificio es digno de las fantasías más trágicas o de las realidades más terroríficas…
  Puertas antiguas y desvencijadas coronadas por rosetones medievales con vitrales no del todos sanos, hileras de ventanales desolados, muros inmensos y grises, terrazas semiderruidas, una glorieta decadente y, todo, todo, envuelto por una inmensa enredadera que va de un lado a otro, de norte a sur y de abajo hacia arriba envolviendo el terrible caserón como si fuese la tela de una araña anciana y mortal.
  Lo demás es un jardín descuidado con árboles caducos al que cualquier transeúnte como yo puede acceder pues las defensas también están vencidas.
  Los anocheceres y las noches pobladas de murciélagos deben de ser un encanto para los seres oscuros. Yo paso de día, cierta piedad y cierto rechazo a la congoja que aún conservo me impiden la travesía nocturna.
  Aunque una noche de estas tal vez me anime.
  A modo de canalización psicológica o a modo de conjuro de miedos no pude más que escribir un cuento, “El asilo”, que hace tiempo adjunté en este blog en la sección “Schipani en prosa (cuentos)”.
  Lo más triste es que allí quedan en custodia ancianos, ancianos que nadie ve nunca acercarse a las ventanas ya que suponemos que, entonces sí, el panorama sería infinitamente más desolador.
  Sin duda, quienes allí van a terminar sus días, lo hacen en un ambiente propicio a las metáforas de la muerte que tanto gustaban en el siglo XIX.
  San Jorge, se llama el lugar.
  El dragón siempre fue un arquetipo del miedo…
Nota: adjunto rudimentarias fotos que pude tomar:
Entrada con rosetón
Muros infinitos


Enredadera-telaraña
La glorieta muriente


viernes, 16 de septiembre de 2011

Pipas como almas, hoy, ¡nuestra sección especial!


     Hoy, en nuestra sección exclusiva de los “amigos del humo”, continuamos con un tema abordado la semana pasada: los materiales con que se fabrican las pipas.

     Como siempre, en nuestra sección Pipas como almas tocamos temas relacionados con el placer de fumar en pipa, notas breves y curiosas para quienes se sientan miembros de esta hermandad…


jueves, 15 de septiembre de 2011

Lamas eran los de antes.

  A mí el episodio me pareció fantástico, con mayúsculas, de los mejores que se pueden ver en la televisión de los últimos tiempos.

  Ese tipo de cosas que están en el límite entre la ironía, la broma sagaz, la confusión o la simple tontería.

  La conductora Susana Giménez entrevista en su programa al Dalai Lama (14/09). Inicia su reportaje preguntándole por las cuatro claves de la felicidad que el Dalai le había dicho alguna vez.

  El Dalai la mira con esa mirada sincera y silenciosa de las personas que no saben de qué se les está hablando.

  Ella insiste. Comienza a tratar de enumerar alguna de esas cuatro cosas, le dice dos pero duda.

  El Dalai nada…

  Y ella insiste.

  Él, finalmente se ríe y dice que simplemente no lo recuerda.

 Fantástico.

 Eso es algo sensacional.

 Me hace acordar a las bromas de la niñez cuando aparecía algún personaje en alguna parodia que decía: “Tengo el mapa del tesoro pero, la verdad es que no sé dónde lo he guardado” o “¿Me repites el secreto de la vida eterna que acabo de olvidarlo?”

 Es magnífico.

 Yo adjunto el momento para que lo aprecien, pero si ven la entrevista completa, cosa que desaconsejo, podrán observar que sobre el final de la misma, la conductora hace referencia a que el Dalai Lama, el día anterior se había reunido con jóvenes (¿?), y que (insiste con las claves numéricas) les había dado las siete pautas para ser felices.

 “Dale perico al fuelle”.

  El Dalai vuelve a dar muestras de no recordar si eran siete o más o menos ni tampoco cuáles eran esos consejos…

 De todos modos, lo que se puede apreciar es lo siguiente:

  1. El Dalai Lama no recuerda las claves de la felicidad.
  2. Al Dalai Lama le causa gracia no recordarlas por lo que trasunto que le importan un cuerno.
  3. La conductora, que alguna vez supo de boca de él las claves de la felicidad, tampoco las recuerda por lo que, nuevamente trasunto que a ella también le importan un cuerno.
  Lo más importante, sin embargo, es que cualquier televidente un poco avezado entiende que no hay claves para ser felices.
   Y además entendemos todos que si alguien dice algo sumamente importante y al otro día no lo recuerda y además le causa risa, pues lo mismo será mañana con respecto de lo que diga hoy…


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Western-Gauchesco…Aballay…

  Cuando un film pasa con poca repercusión se puede deber a dos cosas: o es un mal film o es un muy buen film.

  Las películas de culto, esas que no se pueden dejar de ver, han pasado, muchas de ellas, casi desapercibidas en su momento.

   Algo de eso o de lo otro pudo haber sucedido con “Aballay, el hombre sin miedo”.

  Tuvo críticas de todo tipo.

  Yo pude verla el pasado año en su estreno en el festival de cine de Mar del Plata 2010.

  Y estoy a favor.

  Me gusta la idea de un western gauchesco. Alguna vez, por las décadas del ‘60 y ’70 se creó el fabuloso spaghetti western con algunos pocos títulos potables (“Un dólar marcado”) y muchos otros que podrían pasar hoy como ayer, por irrisorios… Pero eran western fabricados en Italia y España de manera imitativa del estilo norteamericano, es decir, se querían hacer verdaderos westerns. Pero “Aballay” es una historia de gauchos con mucho espíritu de western.

  Diríamos una de vaqueros pero gauchos y con un tema religioso rondando todo el tiempo.

  No en vano, el presentador del festival dijo que era un film “delicioso”, el adjetivo es para una comedia pero se le perdona, porque en parte lo es.


lunes, 12 de septiembre de 2011

Sarmiento y el hipérbaton más importante del mundo.

  Ayer se celebró en Argentina y en muchos países de América el día del maestro.

  La fecha hace alusión y recuerdo conmemorativo al paso a la inmortalidad de Domingo Faustino Sarmiento. Fecha opacada naturalmente por los sucesos trágicos ocurridos en los EE.UU.

  No obstante, hoy 12, (puesto que este año cayó el 11 en domingo) se entonó en todas las escuelas argentinas el Himno a Sarmiento. Actualmente pasan la música y todos escuchan.

  Pero, cuando yo era niño estábamos obligados a memorizar sus estrofas.

  Las repetíamos sin saber qué decíamos como tantas cosas que nos decían y no sabíamos qué significaban y, como tantas otras cosas que nosotros decíamos y que tampoco sabíamos qué significaban.

  Más tarde, en algún desvelo entendí que cuando el Himno a Sarmiento dice:para el grande entre los grandes…” se refiere a Sarmiento y al hipérbaton, sí, al hipérbaton más grande entre los grandes de todo el mundo.

  Todos sabemos que un hipérbaton es un recurso poético que consiste en alterar el orden sintáctico de la oración para producir alguna impresión estética de algún tipo. Por ejemplo: donde dice “La tarde cayendo está” debería haber dicho, “La tarde está cayendo”. Otro: “Eran de lirios los ramos” en vez de “Los ramos eran de lirios…”.

  Pero nuestro país, como ya dijimos otras veces, se destaca por ese espíritu de campeones, por ende el autor de la letra del Himno a Sarmiento, Leopoldo Corretjer le introdujo el hipérbaton más grande del mundo justo en donde la canción toma una inusitada velocidad, esa velocidad que nos fascinaba cuando éramos niños:

“En su pecho, la niñez, de amor un templo
te ha levantado y en él sigues viviendo.
Y al latir, su corazón va repitiendo:
¡Honor y gratitud al gran Sarmiento!”

  Bien, les pongo en orden lo que allí dice: “La niñez te ha levantado un templo de amor en su pecho y en él sigues viviendo. Y, su corazón va repitiendo al latir: ¡Honor y gratitud al gran Sarmiento!”.

  Éste sí, es un hipérbaton.


Nota: para quienes no escucharon dicho himno aconsejo que no dejen de hacerlo. Adjunto letra completa.:

Fue la lucha, tu vida y tu elemento;
la fatiga, tu descanso y calma;
la niñez, tu ilusión y tu contento,
la que al darle el saber le diste el alma.
Con la luz de tu ingenio iluminaste
la razón, en la noche de ignorancia.
Por ver grande a la Patria tu luchaste
con la espada, con la pluma y la palabra.
 
En su pecho, la niñez, de amor un templo
te ha levantado y en él sigues viviendo.
Y al latir, su corazón va repitiendo:
¡Honor y gratitud al gran Sarmiento!
¡Honor y gratitud, y gratitud!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par
para el grande entre los grandes,
Padre del aula, Sarmiento inmortal!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par!

viernes, 9 de septiembre de 2011

Ser autor en Mar del Plata…

 Supongamos que usted ha creado algo, una pieza musical, una novela, un libro de poemas, lo que fuere.

  Cansado de subestimarse, intuye que algo de aquello que hizo podría tener algún valor…digamos… cultural de cierta importancia. Y, como tratará de darlo a conocer por cualquier medio, desea ponerlo a resguardo haciendo el trámite de “derechos de autor”.

  Básicamente, en Argentina consiste en que uno entrega su obra en un sobre que va parar a un oscuro depósito por tres años. Terminados los cuales, si no media renovación alguna, lo arrojan al fuego.

  La imaginería local ha creado macabros personajes que, siendo empleados de dichas oficinas, se apropian de las obras geniales de ingenuos autores que  omitieron renovarlas y las ponen a su nombre.

  Pero lo cierto es que, salvo algún ancestral rumor que rondó décadas pasadas en el mundillo de los registros musicales, no se supo jamás que la gloria literaria fuera a golpear la puerta de ninguno de dichos empleados. De lo que deducimos tres posibilidades a saber: 1. los empleados son unos tipos muy honestos, 2. todo lo que registramos es una reverenda porquería o bien, 3. los empleados, carentes de una vena estética apropiada, no pueden distinguir una obra buena entre infinidad de malas y, agobiados de leer tanto, terminan por arrojar todo al fuego como en principio.

  Haciendo esta salvedad, supongamos que usted desea registrar una obra en Argentina. En ese caso tendrá que ir con ella y hacer un trámite más o menos largo en la Dirección Nacional de Derecho de Autor.

  Pero sucede que usted no vive en Buenos Aires, pongamos que usted vive en Mar del Plata como yo.

  Y no está esa oficina en Mar del Plata ni ninguna dependencia “que haga las veces de…”

 Entonces, debe usted hacer el mismo trámite pero, un poquito más largo…

 A saber:

 Primero debe ubicar dónde está la Sociedad de Escritores Marplatenses. El paso a seguir es llamar allí por teléfono para concertar una cita en dicha dependencia a partir de las 16: 30 hs. más o menos… el “más o menos” es literal.

 Una vez allí, será atendido por una señora amabilísima, escritora ella, que posee en una esquina de su casa, (porque al entrar a la Sociedad de Escritores Marplatenses uno se percata de que no es otra cosa que la casa de una señora), digo, que posee en una esquina, un busto de Alfonsina Storni del tamaño digno de una plaza céntrica pero está ahí, en un rincón del living.

 Esta señora que, verdaderamente, es un encanto y es muy atenta, le vende a usted tres planillas (amarilla, verde y rosa) por $32.- y sin factura mediante, usted se va con los pasos a seguir.

 Obviamente, se deben llenar las tres planillas de forma original. Luego, como no hay otra manera de que se sepa en Bs. As. que usted es usted, debe ir a registrar su firma al Registro de Firmas.

  El Registro de Firmas se hace en una oficina que no está a la vuelta de la esquina pero que atiende de 8 a 14 hs. Allí se puede constatar que no sólo se registran firmas sino que se toman declaraciones de diversa índole, por lo que verá cierto parecido a una dependencia policial, de hecho hay policías que toman declaraciones a personas que chocaron su auto o se fueron a las manos o ambas cosas.

 Allí, saca número, hace la cola, espera y registra la firma, pero hay que pagar por ello. Módico: $ 5.- por firma, pero como son tres folios, serán $ 15.- Usted intentará pagar pero no, ellos no cobran, hay que ir a un banco Provincia de Bs. As. que tampoco queda a la vuelta de la esquina, y volver al otro día a buscar sus papeles con firmas registradas.

 Va al banco, hace la cola y paga los $ 15.-

 Otro día, vuelve a la oficina de registros, saca número, hace la cola y espera entre aquellos que chocaron su auto o se trompearon o ambas cosas…

 Con esos formularios de firma registrada, tiene que tomar un sobre y colocar su obra, cerrar el sobre y lacrarlo 3 veces…

 El lacre en Mar del Plata tiene un valor de $ 1.- pero, hay que encontrar un negocio en Mar del Plata que venda barritas de lacre ya que el último que lacraba sus sobres por estos pagos debe haber sido el Virrey Sobremonte.

 Pero, queda otra posibilidad, frente al correo hay un negocito en donde otra amabilísima señora le lacra a uno el sobre por $ 4,5.-

 Hecho lo dicho, debe poner su sobre con la obra en otro sobre más grande y mandarlo de manera certificada $ 40.-

 Finalmente, como a uno no le ha quedado en la mano más que un recibo de algo enviado por correo, queda esperar que le reenvíen uno de los folios que usted firmó y certificó.

 Mientras, reza.