“Arias nunca aceptó cobrar, durante los veintiséis
años que afeitó y le cortó el pelo a Picasso. Picasso le daba cada tanto un
dibujo, una litografía o una pieza de cerámica. A diferencia de todas las demás
personas en el mundo que recibieron obras de Picasso, Arias no vendió ni una
sola de ellas, en todos esos años…”
del documental: Eugenio Arias "Picasso: mi amigo en el exilio"
Más tarde,
donó todo al museo de su pueblo…
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