lunes, 31 de octubre de 2011

La “molotov” de "Calle 13".

Detalle del afiche de "Calle 13"

  En el afiche (callejero) con que esta banda publicitó su recital en Mar del Plata se podía observar al líder musical encapuchado intentando encender una “bomba molotov”.

  Sin duda que lo entendemos como una metáfora de las ideas que, a través de sus letras y su música, intenta transmitir Calle 13 convirtiéndose en un modelo contestatario, denunciante, resistente, “batallador”, etc…

 Pero, una molotov…

  En poesía se habla de metáforas exageradas o superlativas. Es decir, cuando este recurso se emplea de manera tal que el mismo, lejos de dar con el efecto y el sentido, roza con lo paródico o lo ridículo.

  No obstante, vuelvo a decir, entendemos que lo de estos chicos fue a nivel simbólico o metafórico…

  Difícil será creer que de verdad los muchachos de Calle 13 tienen animosidad de arrojar bombas molotov. Por otra parte, ¿contra qué las arrojarían? ¿contra el edificio de los bancos en donde están sus cuentas bancarias? ¿contra el auto de los gerentes bancarios que custodian y acrecientan el dinero que logran con sus multitudinarios recitales y ventas discográficas?

  ¿Significará un guiño de no agresión real el hecho de que, en el afiche se encienda la molotov con un encendedor laminado en oro?

  Indudablemente,  se trata de una metáfora exagerada. Además, una apología del delito, esto tal vez les gusté más a los miembros de la banda, hacerse los pícaros al borde de la ley.

  Pero un poco, un poquito nomás, de respeto a la memoria de la molotov podrían tener: los jóvenes soldados finlandeses defendieron su país en 1939 de una invasión por parte de fuerzas soviéticas  con este rudimentario recurso que consiste en armar  un explosivo  con botellas, combustible y un pañuelo… Dado que aquella invasión fue “auspiciada” por el funcionario soviético Viacheslav Mijáilovich Mólotov, los finlandeses se jactaban de ofrecerle “ese coctel”…

  Hay una diferencia de tamaño heroico entre los finlandeses del ‘30 que enfrentaban tanques con molotov y los chicos de Calle 13 que cobran por hacer canciones y bailar mucho…

  Las únicas botellas a las que acceden estos originales músicos es a las del buen tequila que se toman…Digamos que son combatientes, guerreros, guerrilleros de set fotográfico…

  No obstante, por si algún joven fanático de la banda y algo distraído se toma el afiche en serio, tenga en cuenta que si va a manipular una molotov como lo hace el muchachito del afiche, lo más factible sea que el artefacto detone en la mano.

Nota: sólo se pudo conseguir una rudimentaria fotografía del afiche ya que aparentemente no se distribuyó en otros medios.


sábado, 29 de octubre de 2011

Photoshop o el tiempo tan temido…

  Hace muy poquito, la empresa L’Oréal debió retirar de revistas y afiches publicitarios del Reino Unido, la campaña de su producto “Teint Miracle de Lancôme” protagonizada por la actriz Julia Roberts.

  Es que el argumento tiene sentido,  alguien con criterio denunció que las imágenes no son “representativas de los resultados que se pueden lograr con el producto”. Digamos que con unas cremitas no vas a quedar tan lozana como Julia Roberts porque tampoco Julia Roberts está tan lozana como en las fotografías…

  Ya había sucedido con la misma empresa pero con Penélope Cruz. Alguien tuvo la dignidad de hacerles aclarar que no había manera de que un producto te deje las pestañas de Penélope porque las pestañas de Penélope no eran de Penélope, eran postizas…

  Pero a mí me interesaría detenerme un instante en el fenómeno del Photoshop, ese avance tecnológico que, sirviendo para corregir imperfecciones fotográficas, devino en un ilusorio y casi infantil recurso para contrarrestar el paso del tiempo.

  Y no sólo el paso del tiempo sino el paso del tiempo en la medida en que se dio ese paso del tiempo ya que el Photoshop no sólo permite rejuvenecer, en imagen, a quien ya no es joven sino que permite también ser como nunca se  ha sido…

  Se entiende que en algunos sitios se haya decidido “bajar” estas publicidades porque ciertamente son muy engañosas. Pero, en otros casos en donde no media la publicidad de un producto, muchas estrellas y estrellitas prefieren ofrecer al público la imagen de cómo ya no son…

  Es un intento mucho más ingenuo que el de recurrir a cirugías, mutilaciones, implantes y otras agresiones riesgosas a las cuales se someten las menguantes estrellas  ya que estos métodos impactan sobre la realidad física, en cambio, el Photoshop es un recurso ficcional de imagen. Casi algo zonzo, a estas alturas es un engaño que nadie toma.

  Pero muchas figuras del espectáculo no resisten la tentación y sucumben a que se haga ese trabajo virtual.

  Acaso, ellas, las estrellas, con la excusa de mantener imagen o admiración pública escondan ese sentimiento tan natural que es el horror al paso del tiempo y el advenimiento de la muerte y, viéndose en marquesinas y portadas de revistas como fueran alguna vez, se alivien en secreto, un poco, de lo que a todos nos aqueja…

  Mirtha Legrand y Susana Giménez son, en nuestro país, las abanderadas de este recurso.


Nació en 1945...



Nació en 1927...

viernes, 28 de octubre de 2011

Viernes y, en nuestra sección exclusiva…

…en nuestra sección exclusiva para “los amigos en la hermandad del humo”: “Pipas como almas”, hablamos sobre un modelo difícil de conseguir, la “pipa de mesa” o “pipa de lectura”.

  Por supuesto, una breve reflexión sobre el placer de fumar y leer…


martes, 25 de octubre de 2011

Gabriel Grün “inexorablemente contemporáneo” y renacentista…

  A veces, los que degustan del placer de las obras de los artistas plásticos, quieren saber si existen, actualmente, quienes sin dejar de pertenecer a su tiempo, pintan con una calidad profesional y un espíritu, si se quiere de otra época.

  Creo que ése es Gabriel Grün.

  Los invito a investigar sobre la obra de este plástico que trabaja con las telas con la laboriosidad incansable de un pintor renacentista.

  Les dejo una copia de "Ninfa en el estanque" (2009).


domingo, 23 de octubre de 2011

El regreso de un super-héroe argentino…

  
  Argentina se destacó a mediados del siglo XX por el surgimiento de lo que dio en llamarse una “escuela argentina de historieta”, es decir una manera especial de concebir y producir historietas. Esto ya fue dicho alguna vez en este mismo blog.

  Autores  y dibujantes como lo fueron Oesterheld y Breccia se fueron convirtiendo en próceres de nuestro género.

  No obstante, nunca fuimos muy afectos a la creación del super-héroe, no hizo mella en nosotros ese afán de tener extraterrestres con capa y poderes extraordinarios o terrestres fuera de lo común también con capa…

  Nuestros protagonistas tendieron a ser muy humanos, sufridos, solidarios, acaso conflictuados, héroes al fin.

  Pero tuvimos un gran super-héroe que nos vino de la mano de ese español maravilloso llamado García Ferré.

 Hablo de Hijitus, quien se convertía en Super Hijitus.

  En nuestro país, cuando alguien perdía su casa o quedaba en la indigencia podía intentar vivir dentro de los grandes caños con los que se estaban haciendo los desagües de la ciudad. A eso se le llamaba no tan metafóricamente: “irse a vivir a los caños”, es decir terminar en la más terrible de las pobrezas.

  ¿Por qué digo esto?

La casita de Hijitus
  Porque Hijitus vivía solo, con su perro, en un caño.

  Allí tenía su casita.

 Lo mejor de todo era que se convertía en super-héroe y se desconvertía sin necesidad alguna de andar ocultando tontamente su identidad. Todo lo hacía a la vista de todos.

  Por eso, nunca nos tuvimos que preguntar de la manera en que lo hacemos hasta el día de hoy con Superman: ¿cómo es que nadie se da cuenta de que Clark Kent es Superman si sólo se saca los lentes?

  Hijitus no tenía que andar buscando una cabina telefónica para dejar la ropa tirada...
  
 Desde la semana pasada, un diario local reedita sus aventuras para los nostálgicos sin remedio como yo.


El héroe deja su "alter-ego" sin prejuicio alguno



viernes, 21 de octubre de 2011

El sueño de una pipa en el bolsillo…


 Hoy, en nuestra sección de seguidores exclusivos “Pipas como almas” observamos si existe la posibilidad de llevar, así como así, tranquila y cómodamente, una pipa en el bolsillo…



miércoles, 19 de octubre de 2011

Para los seguidores de las secciones de poesía…

  Hoy, para los seguidores de las dos secciones de poesía: "Schipani en verso (sólo sonetos)" y "Schipani en verso (poemas)", un poema nuevo en cada sección.

  El tema es el cabello de la mujer amada.

  La misma música ejecutada con dos instrumentos distintos…



martes, 18 de octubre de 2011

La lírica voz de los objetos VI (y última…)

  Hay una infinidad de poemas que hablan de los objetos, infinidad de versos que se “paran” desde la mirada de los objetos hacia las claves temáticas permanentes de la literatura.

  Hay una infinidad de poetas que dicen, desde la simplicidad de los objetos, algo sobre la compleja simplicidad de la vida y el universo.

  Un blog aparte o una página anexa podrían resultar siempre novedosas e inagotables si se dedicaran específicamente a esta perspectiva.

  Hoy preferimos dejar, por lo pronto, el tema aquí, en esta sexta entrada. Con dos poemas enormes (enormes en el mejor sentido de la palabra). García Lorca: “La Guitarra” y, Neruda: “Oda a las cosas”, hablando como lo hiciera Borges pero con otra voz personalísima, sobre las cosas en general.

  Guitarra y tazas y sombrero y dedal y escoba y clavo y cuchillo y rueda y abanico y…objetos, objetos en la lírica grandiosa de las grandes voces de los grandes poetas.

La guitarra

“Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las copas de la madrugada.
Empieza el llanto de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas
lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
!Oh guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.” 

F. G. Lorca


Oda a las Cosas

“Amo las cosas loca,
locamente.
Me gustan las tenazas,
las tijeras,
adoro
las tazas,
las argollas,
las soperas,
sin hablar, por supuesto,
del sombrero.
Amo
todas las cosas,
no sólo
las supremas,
sino
las
infinita-
mente
chicas,
el dedal,
las espuelas,
los platos,
los floreros.
Ay, alma mía,
hermoso
es el planeta,
lleno
de pipas
por la mano
conducidas
en el humo,
de llaves,
de saleros,
en fin,
todo
lo que se hizo
por la mano del hombre, toda cosa:
las curvas del zapato,
el tejido,
el nuevo nacimiento
del oro
sin la sangre,
los anteojos,
los clavos,
las escobas,
los relojes, las brújulas,
las monedas, la suave
suavidad de las sillas.
Ay cuántas
cosas
puras
ha construido
el hombre:
de lana,
de madera,
de cristal,
de cordeles,
mesas
maravillosas,
navíos, escaleras.
Amo
todas
las cosas,
no porque sean
ardientes
o fragantes,
sino porque
no sé,
porque
este océano es el tuyo,
es el mío:
los botones,
las ruedas,
los pequeños
tesoros
olvidados,
los abanicos en
cuyos plumajes
desvaneció el amor
sus azahares,
las copas, los cuchillos,
las tijeras,
todo tiene
en el mango, en el contorno,
la huella
de unos dedos,
de una remota mano
perdida
en lo más olvidado del olvido.
Yo voy por casas,
calles,
ascensores,
tocando cosas,
divisando objetos
que en secreto ambiciono:
uno porque repica,
otro porque
es tan suave
como la suavidad de una cadera,
otro por su color de agua profunda,
otro por su espesor de terciopelo.
Oh río
irrevocable
de las cosas,
no se dirá
que sólo
amé
los peces,
o las plantas de selva y de pradera,
que no sólo
amé
lo que salta, sube, sobrevive, suspira.
No es verdad:
muchas cosas
me lo dijeron todo.
No sólo me tocaron
o las tocó mi mano,
sino que acompañaron
de tal modo
mi existencia
que conmigo existieron
y fueron para mí tan existentes
que vivieron conmigo media vida
y morirán conmigo media muerte.”

Pablo Neruda

lunes, 17 de octubre de 2011

La lírica voz de los objetos V


 Si hay objetos mágicos, en realidad, objetos con magia, esos son los útiles escolares.


  Queridos, detestados, extraviados, ponderados, desprestigiados…

  Su espíritu mágico reside, como no podía ser de otra manera, en la irremediable luz de la nostalgia:

La escuadra

“No se le escapa nada, o muy poquito:
todo lo observa con su solo ojito.”

El sacapuntas

“El túnel misterioso
en el que barrunta*
un enano hacendoso
el que saca la punta.”

*barrunta= adivina, sospecha

La tiza
 
“Reseca, dura, porosa
la tiza no es una rosa.”

Baldomero Fernández Moreno.



Un lápiz

“Por diez centavos lo compré en la esquina 
y vendiómelo un ángel desgarbado; 
cuando a sacarle punta lo ponía 
lo vi como un cañón pequeño y fuerte. 

Saltó la mina que estallaba ideas 
y otra vez despuntólo el ángel triste. 
Salí con él y un rostro de alto bronce 
lo arrió de mi memoria. Distraída 

lo eché en el bolso entre pañuelos, cartas, 
resecas flores, tubos colorantes, 
billetes, papeletas y turrones. 

Iba hacia no sé dónde y con violencia 
me alzó cualquier vehículo, y golpeando 
iba mi bolso con su bomba adentro.”

Alfonsina Storni

sábado, 15 de octubre de 2011

La lírica voz de los objetos IV

   Si hubo alguien que supo hablar de los objetos líricamente, ese alguien fue Pablo Neruda.

  Sin palabras, dejando que hable de uno de ellos, les adjunto Oda a la Cuchara”  para que vuelvan a disfrutar de un bellísimo poema:

ODA A LA CUCHARA

Cuchara cuenca
de
la más antigua 
mano del hombre, 
aún
se ve en tu forma 
de metal o madera 
el molde
de la palma 
primitiva, 
en donde 
el agua 
trasladó 
frescura 
y la sangre 
salvaje 
palpitación 
de fuego y cacería.
Cuchara
pequeñita,
en la
mano
del niño
levantas
a su boca
el más
antiguo
beso
de la tierra,
la herencia silenciosa
de las primeras aguas que cantaron
en labios que después
cubrió la arena.
El hombre
agregó
al hueco desprendido
de su mano
un brazo imaginario
de madera
y
salió
la cuchara
por el mundo
cada
vez
más
perfecta,
acostumbrada
a pasar
desde el plato a unos labios clavelinos
o a volar
desde la pobre sopa
a la olvidada boca del hambriento.
Sí,
cuchara,
trepaste
con el hombre
las montañas,
descendiste los ríos,
llenaste
embarcaciones y ciudades,
castillos y cocinas,
pero
el difícil camino
de tu vida
es juntarte
con el plato del pobre
y con su boca.
Por eso el tiempo
de la nueva vida
que
luchando y cantando 
proponemos
será un advenimiento de soperas,
una panoplia pura
de cucharas,
y en un mundo
sin hambre
iluminando todos los rincones,
todos los platos puestos en la mesa,
felices flores,
un vapor oceánico de sopa
y un total movimiento de cucharas.

Pablo Neruda

viernes, 14 de octubre de 2011

Y hoy, viernes…

…en nuestra acostumbrada sección exclusiva para los amigos en la hermandad del humo: Pipas como almas, una breve reflexión  sobre un tema controvertido, la muerte de las pipas…


jueves, 13 de octubre de 2011

La lírica voz de los objetos III


  Y siguen los objetos, tácitos en parte, pero testigos de muchas cosas.

  Otro poema de Baldomero Fernández Moreno en el libro ayer citado:

El algodón

 “Caigo sobre la carne doliente y desgarrada
como un poco de nieve sobre la tierra arada.”

miércoles, 12 de octubre de 2011

La lírica voz de los objetos II

¿Hablan los objetos?

  Sí, hablan…y tienen su historia y sus razones.

  Tal vez, hablen todas las cosas, sólo que nosotros aún no descubrimos su lenguaje secreto.

  Baldomero Fernández Moreno quien fuera médico y profesor arriesgó con gloria  en su libro Yo, médico; yo catedrático  los siguientes versos al estetoscopio:

El estetoscopio

 “Sobre una mesa erguido
la corola de ivorio*
yo soy una flor:
la flor del consultorio.”

*ivorio=marfil.

martes, 11 de octubre de 2011

La lírica voz de los objetos I


  Se suele decir que los grandes temas abordados por la literatura son muy pocos, en realidad: el amor, la muerte, la fugacidad del tiempo…

  Acaso no mucho más que estos pero, con sus infinitos abordajes…

  Sin embargo, los objetos, los simples objetos aparecen también en la literatura y más específicamente en la poesía.

  Los poetas prestaron la voz a los objetos para que ellos pudiesen decir eso que tenían que decir.

  Tal vez, volvieron a hablar de lo mismo de siempre: el amor, la muerte, la fugacidad del tiempo… tal vez, no haya más de qué hablar.

  Dedicaremos algunas entradas diarias a la presencia de los objetos en la poesía y para inicio, la palabra de J. L. Borges cuyo listado de cosas (bastón, llaves, naipes, monedas, tablero…) arriba a una reflexión sobre la muerte.

Las cosas


“El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,

un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde

una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,

ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.”


                                         J. L. Borges.




domingo, 9 de octubre de 2011

Adiós a Plutón (definitivamente).

  
  Todos, cuando fuimos niños, en algún momento quisimos ser astrónomos o arqueólogos. Acaso todavía queremos serlo…

  Todos los que mirábamos, en la niñez, los dibujos del sistema solar, nos sentíamos atraídos por Plutón.

  El más lejano.


 En nuestra inconciencia de la inmensidad, intuíamos que había una lejanía aún más inmensa que nos separaba desde la mesa en donde mirábamos el libro hasta la extraña y misteriosa superficie de Plutón.

  No entendíamos que fuera el más pequeño.

  Creíamos que en el dibujo salía pequeño porque era el más lejano.

   Pero, desde el 2006 nos enteramos que las investigaciones y el desvelo de Mike Brown hicieron arribar a los estudiosos a la conclusión de que Plutón, nuestro querido y misteriosamente admirado Plutón, no es un planeta.

  ¿Lo van a borrar de los dibujos de nuestra infancia?

  Extrañaremos tanto a Plutón

  Acaso eliminar un planeta no sea más que la conclusión de una reunión de astrónomos que dispone quitar imágenes de un dibujo.

   Acaso, también, la creación de un planeta bello y misterioso se deba, simplemente, al hecho de realizar un círculo más en la lámina oscura y fantástica del sistema solar…

Nuestro "perdido" Plutón


viernes, 7 de octubre de 2011

En nuestra sección especial…


  Hoy, en nuestra sección especial “Pipas como almas”, exclusiva para los amigos en la hermandad del humo, un tema controvertido: reflexionamos sobre si es lícito o no realizar alguna modificación a alguna de nuestras pipas…

miércoles, 5 de octubre de 2011

Lírica de la “angustia estudiantil” III.

  Es un deleite ver cómo esta temática ha sido abordada por grandes autores.

 En esta “entrada”, cerramos el tema, por ahora, con esta magnífica obra en la que Baldomero Fernández Moreno explicita las vivencias interiores de todo aplazado.

  Acaso, en la desventura del joven Friedt se cifren todas las angustias y temores de los que fuimos y somos estudiantes antes de que el tiempo nos devolviese, como maravilloso, todo lo que ha pasado por el prisma de lo irrevocable…,
Un Aplazado
“De pronto, como un breve latigazo,
mi nombre, Friedt, estalló en el aula.
Yo me puse de pie, y un poco trémulo
avancé hacia la mesa, entre las bancas.
Era el examen último del curso
y al que tenía más miedo: la gramática.
Hice girar resuelto el bolillero
Las dieciséis bolillas del programa
resonaron en él lúgubremente
y un eco levantaron en mi alma.
Extraje dos: adverbio y sustantivo.

Me dieron a elegir una de ambas
y elegí la segunda. -¿Y qué es el nombre?
díjome uno y me asestó las gafas.
Sentí luego un sudor por todo el cuerpo,
se me puso la boca seca, amarga,
y comprendí, con un terror creciente
que yo del nombre no sabía nada.
Revolvía allá adentro, pero en vano,
me quedé en absoluto sin palabras.

Y empecé a ver la quinta en qué vivíamos:
el camino de arena, cierta planta,
el hermano pequeño, mi perrito,
el té con leche, el dulce de naranja,
¡qué alegría jugar a aquellas horas!
Y sonreía mientras recordaba.
-¡Pero señor -rugió una voz terrible-,
el nombre sustantivo, una pavada!-
Torné a la realidad: sobre la mesa
los dedos de un señor tamborileaban,
cabeceaba blandamente el otro,
el tercero bebía de una taza.

Hacía gran calor. Yo tengo una
cara redonda, simple, colorada,
los ojos grises y los labios gruesos,
el pelo rubio, la sonrisa clara.
Yo quería jugar, no dar examen
darlo otro día, sí, por la mañana...

Se me nubló la vista de repente,
los profesores se me borroneaban,
adquirió el bolillero proporciones
gigantescas, fantásticas,
oí como entre sueños: Señor mío,
puede sentarse... -Y me llené de lágrimas.”