Si hay una
virtud desafortunada que tenemos los humanos es esa capacidad por haber
batallado y batallar en todos los escenarios.
Nos hemos masacrado
en el aire, en los mares, en las islas, sobre las montañas, dentro de las
montañas, en la nieve, en los pantanos, en las selvas, en los desiertos, en las
planicies, en las llanuras, en las ciudades, donde fuere…
Hace unos años,
los norteamericanos se jactaban de tener una bomba inteligente, como si pudiese
existir la inteligencia de una bomba.
Era algo así
como una especie de dispositivo por el cual un señor en algún lugar muy lejano
apretaba un botón que incumbía a tu ciudad y te quedabas sin la más mínima posibilidad
de comunicación alguna: se desactivan teléfonos, emisiones radiales televisivas
y por supuesto virtuales, no te quedaría más que hablar de boca a boca en tanto
y en cuanto no te arrojaran una de las bombas no inteligentes, esas que te
vuelan de “ a de verás” y te quedaras sin boca para decir “hola”.
Por ende, ya nos
peleamos también en nuevos terrenos. En éste que usted está ahora andando amigo
lector: el mundo de Internet.
Hace poquito un
supuesto “Ejército Electrónico Sirio" partidario del presidente Bachar al Asad,
anduvo haciendo de las suyas y sacó de plataforma al The New York Times, con
viralizaciones (¡qué palabrita nueva!) en las redes sociales aledañas.
Ya se había
observado algo parecido con piratas informáticos chinos el año pasado quienes
también hicieron de las suyas.
Nuevos ejércitos,
para nuevas batallas, sobre un nuevo territorio que es éste…