Hace
un par de semanas que no estamos criticando o reseñando films y ello se debió a
que algo decía que no debía ver la nueva “Sin novedad en el frente”.
Remilgaba de ella, me excusaba por no verla ya que temía pasar un mal momento.
Pero hice el esfuerzo y comprobé claramente todas las presunciones: un
despropósito, un verdadero, olvidable y mediocre despropósito.
Quedo
obligado además y contra mis principios en que haré referencia del tipo “spoiler”,
cosa que aborrezco y hemos criticado duramente en este espacio, pero
sinceramente, esta producción no me da otras posibilidades. Por otra parte,
debo aclarar que la novela en la que está basada esta película fue un clásico
de otro tiempo, décadas atrás hablar del final de “Sin novedad en el frente”,
no entraba dentro de la categoría de “spoiler” ya que era como dialogar sobre
el final de “Romeo y Julieta” o “Hamlet”,
salvando distancias…
Iré
hoy en contra de toda la crítica favorable que me atrevo a fragmentar
textualmente: "Formidable (...)
Elegante, expresiva…”, “…asombrosa
adaptación de la clásica novela…”, “Los
aficionados a la historia notarán los esfuerzos por captar la realidad del
conflicto…” y etcéteras símiles por docenas…
Diré
en principio, para quienes tengan la dicha de formar parte de esa juventud
encasillada en la frase “el público se
renueva” que “Sin novedad…” fue antes un excelente telefilm de 1979 dirigido por
Delbert Mann y protagonizado por Richard Thomas y Ernest Borgnine y, antes había sido otro excelente film de 1930,
dirigido por Lewis Milestone y
protagonizado por Louis Wolheim y Lew Ayres y antes fue un magnífico
libro de Erich María Remarque quien
sí fue, con sus 18 años, al frente de guerra…
Sin
dudas que tenemos un film bien hecho, técnicamente impecable y bien actuado
pero haciendo esta salvedad todo es un gran despropósito. Entendemos que el cine como narrativa es un gran
transformador, lo sabemos, lo sabemos repito, no le pedimos que nos transmita “la
realidad”, no le pedimos que sea fiel estrictamente al libro, pero esta versión
tiene la particularidad de traicionar horriblemente la esencia de donde
procede.
Quedo
obligado a aclarar que esta versión visible en Netflix es dirigida por Edward
Berger y protagonizada por Felix
Kammerer, Albrecht Schuch, Aaron Hilmer, Moritz Klaus entre otros…
Pero
es que me mueve cierto enojo porque justamente no es “Sin novedad en el frente”.
Este nuevo producto es un film sobre la Primera Guerra Mundial con algunas
escenas y personajes “sancochados y degradados” tomados de la novela “Sin
novedad en el frente”. Solo eso, en ese contexto hasta podría funcionar
pero de inicio habría que cambiarle el nombre ya que en esta película
justamente lo que SÍ hay son
novedades en el frente…
Me
explico: la novela de Remarke
intenta, a pesar de sus numerosas situaciones de acción, transmitirnos una
situación de muerte y dolor continuos, una durabilidad inaudita del martirio y
la muerte de sus personajes sin que esto revista importancia en el gran
contexto de la historia de la guerra. La muerte de los seres humanos no es
novedad. En ese contexto y cuando para las naciones nada sucede, un día
cualquiera de la guerra, alguien muere, no es importante para nadie, la muerte
de un ser humano único, maravilloso, irrepetible, no significa nada, sucede un
día cualquiera de la guerra, en un contexto normalizado de muerte cotidiana.
Esa es la reflexión que nos quería dejar Remarke.
Ha contado todo lo que contó para dejarnos esa idea, pero si el protagonista de esta nueva versión muere en una acción descomunal, desproporcionada e inaudita, eso SÍ es una novedad en el frente; un
avance, un retroceso, un ataque un contrataque señores guionistas, SEÑORES
GUIONISTAS, ESO SÍ ES UNA NOVEDAD EN EL FRENTE y ahí todo el espíritu de la
obra carece de sentido original, se convierte en otra cosa, en otra reflexión; interesante, buena sin duda pero no lo que el nombre indica, lo que Remarke quiso y lo que las otras
versiones fílmicas respetaron.
Algo
me decía que esta versión iba a enojarme, por ello, seguiré en próxima entrada…