Ya dijimos en este espacio que las series son “el nuevo cine” y las series tal cual
hoy están diseñadas son adictivas, todos lo saben, ya lo dijimos también…
Estos americanos, que en realidad son
norteamericanos, porque amigos, tengamos la ideología que tengamos, no todos
los americanos somos norteamericanos, justamente, este continente es bien
grandecito. Digo, que estos americanos que son norteamericanos, finalmente no
son nada americanos y sí enemigos soviéticos de los norteamericanos…
Construida sobre la leyenda que yo, a esta altura,
considero como improbable y como urbana, de que hubo matrimonios espías y/o
ciudadanos norteamericanos que en verdad eran rusos pero de los que ya nadie se
daba cuenta de que eran muy rusos y que hasta tenían hijos ignorantes de la verdadera ocupación de sus papís y que, de
buenas a primeras, liquidaban algún yankee o hacían operaciones contra el país
de la libertad.
El punto es que la serie muestra, en su segunda
temporada, que los espías se enamoran un poquito del modo de vida
norteamericano…no podía ser menos, la serie la hicieron los norteamericanos…