Se fue hace unos días,
aunque los buenos escritores no parten nunca…jamás…
“De una manera humorística y fuera de lo
corriente : así era como George y sus amigos se imaginaban muriendo antes de
que creyeran que eso llegaría a ocurrir, antes de que no fuese más que otra
idea con la que divertirse (... ) Pero la muerte de George Plimpton no fue ni
humorística ni fuera de lo corriente. Tampoco fue ninguna fantasía. No murió
vestido con un traje a rayas en el estadio de los Yankees, sino en pijama y
mientras dormía. Murió como lo hacemos todos : como un absoluto aficionado…”
P.R.