Se nos dio por hablar de la tragicidad de los amores de tango…
Y si hay un tango trágico es “Afiches”.
A simple vista, sin entrar en complejas polisemias, parece que la muchacha lo ha abandonado y ha retomado una vida pseudo actoril. Ella aparece en “afiches”.
Los versos más líricos serían los siguientes:
“Ya moja el aire su pincel
y hace con él la primavera...”
y hace con él la primavera...”
Inmediatamente, prosiguen otros dos versos que nos parten el corazón porque trasuntan todo dolor de la ausencia en la cotidianeidad:
“¿Pero qué?
si están tus cosas pero tú no estás…”
si están tus cosas pero tú no estás…”
Y luego la explicación que nos hace comprender todo, ella se ha ido cuando él le dio lo mejor que puede desearse:
“Yo te di un hogar...
¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar!”
¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar!”
Duele porque no dice: “te compré un autito y una casita”, le dio un “hogar” que es infinitamente algo más profundo que una propiedad…
El final que es también estribillo es rotundamente trágico:
“¡Dan ganas de balearse en un rincón!”
“Cruel en el cartel,
la propaganda manda cruel en el cartel,
y en el fetiche de un afiche de papel
se vende la ilusión,
se rifa el corazón...
Y apareces tú
vendiendo el último jirón de juventud,
cargándome otra vez la cruz.
¡Cruel en el cartel, te ríes, corazón!
¡Dan ganas de balearse en un rincón!
Ya da la noche a la cancel
su piel de ojera...
Ya moja el aire su pincel
y hace con él la primavera...
¿Pero qué?
si están tus cosas pero tú no estás,
porque eres algo para todos,
como un desnudo de vidriera...
¡Luché a tu lado, para ti,
por Dios, y te perdí!
Yo te di un hogar...
¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar!
Se me gastaron las sonrisas de luchar,
luchando para ti,
sangrando para ti...
Luego la verdad,
que es restregarse con arena el paladar
y ahogarse sin poder gritar.
Yo te di un hogar...
-¡fue culpa del amor!-
¡Dan ganas de balearse en un rincón!”
la propaganda manda cruel en el cartel,
y en el fetiche de un afiche de papel
se vende la ilusión,
se rifa el corazón...
Y apareces tú
vendiendo el último jirón de juventud,
cargándome otra vez la cruz.
¡Cruel en el cartel, te ríes, corazón!
¡Dan ganas de balearse en un rincón!
Ya da la noche a la cancel
su piel de ojera...
Ya moja el aire su pincel
y hace con él la primavera...
¿Pero qué?
si están tus cosas pero tú no estás,
porque eres algo para todos,
como un desnudo de vidriera...
¡Luché a tu lado, para ti,
por Dios, y te perdí!
Yo te di un hogar...
¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar!
Se me gastaron las sonrisas de luchar,
luchando para ti,
sangrando para ti...
Luego la verdad,
que es restregarse con arena el paladar
y ahogarse sin poder gritar.
Yo te di un hogar...
-¡fue culpa del amor!-
¡Dan ganas de balearse en un rincón!”
Música: Atilio Stampone
Letra: Homero Expósito
Nota: personalmente prefiero las versiones clásicas o tradicionales, no me gusta tanto escuchar “El Himno Nacional” por Charly García o “Muchacha ojos de papel” por Sergio Denis, pero la versión de “Afiches” por el folklorista José Larralde es una obra de arte.
Una gran canción.
ResponderEliminarLa versión del "Pampa" es ciertamente una obra de arte.
También la escuché por Juanjo Domínguez y Dyango. Es para recomendar.
No escuché todavía la de Dyango, pero la del "Pampa", es tremenda por lo excelente.
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