Los medios ya se encargaron de difundir lo que la cantante quería ocultar…
Especialmente esos “chicos traviesos” que todo lo consiguen y lo suben a youtube.
Son las nuevas reglas del juego. Una pequeña desventaja entre tantas ventajas que tiene ser joven, rica y famosa.
Resumo el cuento: Shakira compró los derechos de una telenovela (“Oasis”) que realizó cuando tenía sólo 17 años. Lo hizo para que ya nadie vea ese producto y, suponemos que lo hizo también porque la imagen del actual personaje Shakira no coincide con la Shakira que trataba de ser cuando era una adolescente. Les ha pasado a muchos: el “yo” ideal de la adolescencia no es el “yo” ideal de la adultez. Se puede asumir como un normal proceso de madurez o se puede intentar el ocultamiento. Pero, siendo famoso, esconder algo cuesta un poquito más.
Todo esto suponiendo que Shakira haya querido ocultar el producto de aquel culebrón colombiano y que no sea ésta una triquiñuela estratégica de publicidad. Que también lo puede ser…
Hay algunos antecedentes de casos similares, yo recuerdo uno:
Marcelo T. de Alvear persiguió hasta la conquista a la cantante lírica Regina Paccini. Luego de que fuera su esposa y él presidente de la República, le solicitó que deje su profesión que por entonces no estaba bien vista en las altas sociedades y trató de retirar de circulación todos los registros fonográficos (discos) de la voz de su esposa.
También hay casos más simpáticos de producciones extraviadas y no tan extraviadas cuyos autores preferían olvidar:
El gran Julio César, sí el emperador de Roma, siempre se alegró de que se hayan extraviado los poemas (¿eróticos?) que había escrito en su juventud. Pero no se alegraba tanto porque se avergonzara del tema abordado, sino porque consideraba que era bueno para la literatura clásica que se hubiesen perdido versos tan malos…
El primer texto que publicaron Borges y Bioy Casares fue un folleto publicitario del yogurt La Martona. Imposible hoy de conseguir.
Enrique Pinti hacía los guiones de la historieta “El mono relojero” que aparecía en la revista Billiken.
Alberto Cortéz comenzó con el nombre artístico de Chiquito García.
Pienso que si el artista es talentoso, como es el caso de esta cantante, no habría de qué preocuparse. Estuvo de más la compra de los derechos. No hacía falta que Shakira hiciera eso. No es grave. No es el caso de Fulop que más allá del desastre de "Chica Cósmica" no sabemos qué cosa talentosa hizo antes, durante o después…
Tentado estoy de colocar la publicidad de la telenovela "Oasis" que anda por youtube. Pero ya lo hicieron numerosos medios.
Sólo decir que, al fin y al cabo, no se trataba más que de uno de esos culebrones de la tarde. Que todos ellos son más o menos malos. Que por entonces se la veía con cierta candidez de niña adolescente enamorada. Acaso más encantadora que ahora…
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