Finalizamos con esta entrada nuestra Semana de "Retro-Westerm", no obstante, no descartamos algún que otro "bonus track"...
Texas 1870 (1971) |
Dicen los viejos cinéfilos que “cuando se ha visto un western, se han visto todos”, pero lo cierto es que es una gran virtud contrariamente a lo que podría pensarse.
Desde su origen el western
presenta escenas de peleas, duelos de pistola, ataques a diligencias, atracos,
persecuciones a caballo, escenas de saloon, horca y etcétera. Es el lugar de
una repetición infinita pero que se ha ido sacralizando, se ha podido lograr el
marco de un verdadero ritual. El estereotipo y o el cliché que producen
saturación en el espectador no lo hicieron de manera tan profunda en el western. Tal vez, los films de serie “B” o el “Spaguetti” abusaron de recursos que resultaron agotadores, pero,
en la producción general, en la gran producción de los grandes directores, se
utilizaron los elementos nombrados de manera siempre diferente, renovada, con
estrategia de sorpresa. De algún modo, el western
evolucionó como en espiral, sobre lo mismo, pero con algo nuevo. Cada film
presentó sobre lo conocido algo novedoso que marcó la diferencia con respecto
al anterior…
En este sentido podemos decir que el western tiene su
genialidad: la noción de un tiempo especial, la expresión de códigos de
relación: pistolero-sheriff, colono-indios, rancheros-vaqueros, hombre-mujer,
rico-pobre, rufián-caballero, norteño-sudista, entre tantas otras formas de
conflictiva relación; la creación de un paisaje tanto exterior como interior
(las formas desérticas del oeste, los ambientes de tensión conflictiva), la
concepción urbana del pueblo fronterizo, el mito de la caballería, el oro como
oportunidad, el póker como perdición, el whisky como bebida habitual, la
aventura en diligencia, el sheriff sacrificado, el juez bribón, la dama del
saloon, el caballo veloz, la caravana…
Toda esta magia del western del Siglo XX se fue construyendo
a través de grandes realizadores. Algunos de ellos destacados en el género y
otros ocasionales, pero que han contribuido a enriquecer la producción y
convertir al género en arte de calidad:
John
Ford,
Raoul Walsh, Anthony Mann, John Sturges,
Delmer Daves, Lesley Selander, Ray Enright,
George Sherman, William A. Wellman, Budd
Boetticher, André De Toth, George Marshall, King Vidor, Howard Hawks,
Fritz Lang, Nicholas Ray, Fred Zinnemann,
George Stevens, Richard Fleischer, John
Wayne, Marlon Brando, Douglas Sirk, George Cukov, John Farrow,
Donald Siegel, Samuel Fuller, Edward
Dmytrick, Robert Aldrich, Abraham Polonsky, Joseph Mankiewicz, Arthur Penn,
Gordon Douglas, Harry Keller, Richard
Barlett, Henry Hathaway, Budd Boetticher, Sam Peckinpah, Monte Hellman,
Jack Nicholson, Sergio Leone y otros referentes del Spaghetti Western ya citados en una entrada específica.
Nuestro brindis por ellos, por lo que lograron, por la
construcción de un universo con sus mitos, con sus rituales, con su noción del
tiempo y espacio propios.
Después vendrá el Siglo XXI, con su continuidad y su
resignificación.
Nuestra “mano en
el sombrero” por los realizadores de entonces, por sus grandes actores y
que sea: ¡¡“Larga vida al western!!
Adjuntamos como rareza, algunos dibujos publicitarios:
La Diligencia |
Rancho de luxe (1974) |
El fuera de la ley (1976) |
La ira de Dios (1972) |
Villa Cabalgata (1968) |
Dos hombres contra el Oeste (1971) |
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