jueves, 14 de noviembre de 2024

Los influencers y el "cuarto de hora"...

 

Spreen

 Hubo un tiempo en que se les abría todas las puertas a los conquistadores y a los generales. Después habrá sido el turno (dependiendo de épocas y lugares, estamos generalizando caprichosamente…) de los bandoleros, de los poetas, de los grandes científicos y por supuesto, de las bandadas de burgueses empresariales. Cuando yo era un niño, ser actor era un trabajo no muy bien visto, resultaba más noble ser siempre un empleado de oficina. Luego, durante la juventud, entendí por qué todos querían ser actores, actrices de lo que fuera: cine, teatro, telenovela o circo; cualquiera de esas actividades, deparaban dinero y fama. Hoy, es el “cuarto de hora” de los influencers. Para colmo de bienes, no se necesita demasiada preparación académica para intentarlo. Basta con algunas cualidades, algún relativo talento y una habilidad prodigiosa para retrucar pavadas en las esgrimas verbales. Eso sí, se enfrentan a una competencia sin comparación posible con ninguna otra actividad desarrollada en la Historia de la Humanidad, forzados como están a inventarse “contenidos” de manera asidua y eficiente…

 Todo esto viene a cuento porque, por estas tierras, esta semana un director técnico de un club de fútbol de primera división (Deportivo Riestra), puso en cancha a un streemer, un youtuber o influencer o todo eso (Spreen). No nos tomamos la molestia de averiguar la causa, si fue por alguno de esos desafíos mentados, por apuestas o lo que sea. El asunto es que causó revuelo y me atrevería a decir que casi el total rechazo de todo el mundo futbolero del país, que es como decir de todo el país en este país… No lo sumaron en un partido amistoso o en una práctica sino en un partido oficial donde había mucho en juego: estaba enfrente un equipo (Vélez Sarsfield) que, actualmente, tiene muchas posibilidades de campeonato. Cabe aclarar también que, para quitar rápidamente al joven del campo de juego, se forzó una falta, un foul que, siendo como se juega aquí, se trató de un verdadero y riesgoso patadón a un contrincante. No se olviden, puñado de entusiastas lectores, que aquí se practica el fútbol como si la vida estuviera en juego, no por nada la selección Argentina ostenta, en la actualidad, la categoría de bicampeona de América y campeona del Mundo

 Creo que los más dolidos fueron, paradójicamente, los jóvenes. Porque les aseguro que son miles, acaso cientos de miles, los jóvenes que aspiran a llegar a jugar al menos, un minuto, sí un minuto, en un equipo de primera división. Para ello entrenan duro. En Argentina los clubes exigen días de concentración, lo que supone que jugadores y aspirantes a jugadores profesionales, lleven una vida que, por momentos, se asemeje a la de los antiguos monjes medievales. Baste como prueba que, cuando se les pregunta a los jugadores consagrados qué fue lo que más les costó en su carrera, la mayoría no duda en decir que un poco lamentan haber perdido momentos festivos de su juventud…

 Por eso, para los jugadores y los jóvenes que quieren serlo, que aparezca un influencer en una cancha de un partido de campeonato de primera división, les resultó como una bofetada, pero una bofetada de las tremendas.

 Los tenemos en los teatros sin ser grandes actores, en los filmes, en las canchas, también en los rings de box y UFC, y en infinidad de actividades. Sin ir más lejos, un afortunado influencer es ahora presidente “de carambola” (lo cito textual) basando su campaña en recorrer cuanto espacio tuviere y le dieren, insultando de manera grosera y dolorosa a todos los que luego llamó para formar parte de gobierno, quienes también aceptaron “honrados” y gustosos.

Es su “cuarto de hora”, una metáfora que nos dice: “es su momento”. Lo que nunca se sabe de esta metáfora es cuántas horas tienen estos “cuartos de hora”…


actual Presidente



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