En febrero de este año, le explicábamos, por este humilde medio, a Nastassja Kinski cómo funciona esto de “el tiro por la culata”, que no es otra cosa que hacer algo cuyo efecto será exactamente el contrario del deseado. Kinski se puso a decir en cuanto espacio pudiere que ya no quería que nadie vea un capítulo de una serie de 1971 en donde ella aparece. No fue más que terminar de decir esto que ya gran parte del planeta corrió hacía allí, a ver lo que jamás se les ocurriría ver: un capítulo de una serie olvidada…
https://lacomediatermino.blogspot.com/2024/02/nastassja-kinski-el-tiro-por-la-culata.html
En estas tierras, una altísima funcionaría, se anotició de que en un listado de decenas de decenas de libros sugeridos para uso escolar en una parte de nuestro vasto territorio (estamos hablando de cursos de nivel secundario), un texto contenía cuatro o cinco renglones con una escena “subida de tono”. Puesta en adalid de la moral, pegó el grito en el cielo y entonces, se produjo la magia o “el tiro por la culata”: un libro ignoto, perdido en medio de un listado sugerido, que no es de lectura obligatoria en ninguna escuela y que prácticamente, salvo alguna extraña excepción no se estaba ni leyendo, ni difundiendo, ni consultando, pasó inmediatamente a ser record de venta y tendencia de descarga. Los jóvenes que ni por el mínimo asomo iban a conocer el texto, lo están leyendo de forma masiva.
Seguramente, la
jugada de la funcionaria presidencial habrá sido otra, no entraremos en esas averiguaciones tan controvertidas, no obstante, entendemos que la intención no habrá sido salvaguardar la moral de la
juventud…
Por lo pronto, eso
sí, la autora: agradecida.
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