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Será que estamos envejeciendo
o será que perdemos cierto sentido del humor, o ambas cosas, pero la broma de
escuchar sonidos sexuales en el sorteo de la Eurocopa nos resultó algo
más allegado a la imbecilidad que al mérito de la picardía.
Un youtuber se adjudicó “la
gloria” de haber pergeñado la triquiñuela, un tal Daniel Jarvis. Supongo que esto le canjea fama, seguidores y
dinero. Así son las cosas hoy. En otro tiempo, este tipo de acciones, de
humoradas, de “ataques” ingenuos se hacían con un sentido: una queja, la
visualización de una demanda, un reclamo, algo… Hoy se hizo solo para mostrar
que se puede hacer. Para que nos riamos todos supongo...
Reconocemos también, que los grandes eventos son, cada vez más vulnerables
a los pícaros virtuales: Youtbuers, Tiktokers, Streamers, etcéteras.
Así son las cosas…
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