Se trata de “In
den Gängenaka” o “In the aísles” o “A la
vuelta de la esquina”. La dirección de Thomas Stuber, guión de Clemens
Meyer y Thomas Stuber; las
actuaciones se la llevan Sandra Hüller,
Franz Rogowski, Peter Kurth entre otros…
Dicho esto, debo agregar que se
disfrutan las historias laborales. Hacía tiempo que no veíamos una narrativa en
ámbito laboral en la cual, las tareas tengan cierto protagonismo. Las ficciones
que vemos suelen estar protagonizadas por personajes que parece que no tuvieran
la necesidad de ganarse la vida (¿serán estos los famosos “dramas burgueses”:
cosas que les pasan a las personas que no tienen un cuerno que hacer?), o
historias en las que todo sucede pero la vida laboral apenas incide, como si
cada uno viviese cosas apasionantes y el trabajo fuese solo aquello que se hace
en ratos libres, aquello que se debe hacer pero no ocupa demasiado ni fastidia…
Al margen de este gusto
personal por ver una historia en ámbito laboral, podemos afirmar que todo lo
que sucede en este film son esas cosas que les suceden a los sajones, lo haría extensivo a
los anglosajones también puesto que nada de esto podría darse en un ámbito
latino. Es comprensible, ni mejor ni peor, ni bueno ni malo, solo diferente. En
el mundo latino la afectividad se vive de otra manera. En este film alemán, las
pasiones se dominan, se atemperan, se trata de mantener las reglas del juego.
Los personajes no “patean el tablero”,
no se revolucionan, aceptan el destino que les ha tocado con sumisión y
conmiseración por los demás y por sí mismos, todos tienen la vida que no
quieren pero no se plantean siquiera soñar un cambio, pareciese que la única
posibilidad de estos trabajadores es seguir así, la alternativa podría llegar a
ser tal vez la muerte…
Me disculpo, tal vez no sea una
buena apreciación, seguramente me equivoco, no obstante, si son afines a ese
tipo de historias sin duda que esta la disfrutarán.
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