lunes, 30 de mayo de 2022

Mientras "La Fuerza" nos siga acompañando...

 


 No nos engañemos más: tanta secuela puede ser decepcionante. Es que como todo en la vida, incluso con la belleza y el amor, las cosas nos atraen más por lo que ocultan que por lo que muestran y, todo fascina, pero en el inicio. Si nos quedamos con el regusto inicial, el encantamiento puede perdurar para siempre (aunque todos sabemos que “para siempre” es demasiado tiempo), ahora bien, si machacamos y machacamos y la seguimos y la seguimos, las historias pierden su magia y su poder de seducción, pierden ese poder de enamoramiento primero, esa sensación de estar ante una ceremonia iniciática de algún tipo…

 Pasa con la literatura tanto como en el cine, el Potter de “La piedra filosofal” es un perfume que estimula muy diferente al aroma desbordante del “tocho” (como dicen los españoles) de “Las reliquias…”

 Pero aun así, en el ejemplo antedicho está todo muy justificado. Todo obedeció más o menos a una planificación inicial. El problema es cuando el éxito alarga las cosas… Sobre todo cuando se las alarga por demás…

 Últimamente, los críticos no dudan en decirnos que la mayoría de las series que nos ofrecen, por no decir todas, pecan de lo mismo: temporadas y temporadas que finalmente decepcionan. No es fácil dar con estos comentarios, hagan la prueba: “la segunda temporada estuvo muy bien, pero ya la tercera…”; “hasta la tercera todo fue aceptable pero lo que siguió…”, o algunas más complejas: “la segunda temporada estuvo muy floja, la tercera retomó un poco pero a partir de allí fue más de lo mismo o menos en realidad…”

 Narrativas literarias que se extienden a causa del éxito editorial y cinematográfico y el merchandising, narrativas seriales que suman temporadas para decepción de todos y todas, narrativas cinematográficas que son solo para fanáticos que saben que ya no pueden apasionarse pero sí consolarse un poco… En fin, ya sé que he hecho un pastiche metiendo en la misma bolsa libros, filmes unitarios, series, sagas y etcéteras. Pero es que la actitud es la misma: lo extendien porque funciona, porque el público responde, hasta que lo agotamos, seguimos hasta la decepción…

 Por lo pronto, estamos ante el nuevo producto de “Disney  plus-Star Wars”: “Obi Wan Kenobi”. La verdad es que entendemos a las claras que quienes adquirieron los derechos deben tratar de hacer que la erogación valga la pena a sabiendas de que fanáticos y nostálgicos, acaso los mismos, estaremos allí, viendo “de qué va el asunto”. Nada nos devolverá el fervor inicial, pero bueno, tomamos lo que podemos…

 Creo que “The Mandalorian” y “El libro de Boba Fett” nos dieron algún grado de satisfacción mayor que las continuaciones cinematográficas de la saga principal, tal vez, los personajes secundarios tienen menos poder de decepción… Este flamante “Obi Wan…” parece tocar costados más medulares que las antedichas. Disney nos ofrece hasta ahora dos capítulos, no nos han transportado a la locura pero “la esperanza es lo último que se pierde”, son capítulos iniciales. Sabemos que la magia primera no puede recuperarse, que tal vez, hubiera sido mejor dejar todo así, como estaba, sin tantas continuaciones, pero bueno… Ya sabemos cómo son las reglas del juego: un producto exitoso debe ser extenuado.

 Por nuestra parte, no podemos evitar mirarlas, criticarlas, sufrirlas y acaso un poco, disfrutarlas…





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