Solemos
decir en este espacio que las cosas que se hicieron bien, pues bien hechas
están, que no siempre son buenas las secuelas, precuelas y nuevas versiones. De
hecho nos pasamos tres entradas enojados contra la nueva versión de “Sin
Novedad en el Frente” y quienes nos siguen habrán apreciado que tampoco
adherimos a “las versiones
norteamericanas de…”, esto quiere decir los films que están muy bien
realizados en su país de origen pero tenemos que soportar reversiones al
paladar estadounidense, véase si no: “Nueve Reinas” versión argentina y “Criminal”
made in USA, véase qué se hizo con la trilogía sueca “Millenium” sobre
las novelas de Stieg Larsson reversionadas al gusto del norte de América perdiendo
estilo y sentido.
Pero
no nos extenderemos, los casos son muchos. No obstante, hoy, hablamos de otra
cosa. Nuestra opinión es que hay algunos films que sí se merecen una buena
actualización. Pero hay que tener tacto en ello. No hacía falta que hicieran
nuevamente “Los tres chiflados” porque aquello tiene una magia
insuperable, como tampoco hacía falta un nuevo “Llanero Solitario”, esas
creaciones tienen un algo inefable,
propio, serán en blanco y negro, no tendrán los avances técnicos de hoy, pero
algo hay en esos films que dejan sin sentido y sin poder a las nuevas
versiones, en esos casos, no habría ni que intentarlo. ¿De verdad alguien
percibe al ver la serie “Merlina” (“Wednesday”) alguna referencia
sensible a lo que era “Los locos Addams” de 1964?
No
obstante y dicho lo antedicho creemos que algunos productos de la filmografía
de Ciencia Ficción sí podrían
hacerse de nuevo y, con talento, acaso saldría algo mejor, superarían al
original. Supongo que el propio género Ciencia
Ficción se presta para que estos intentos sean exitosos.
El
caso es que en una de las tantas plataformas: QUBIT se puede ver “Viaje Fantástico” (“Fantastic
Voyage” o “Viaje Alucinante”) de 1966, dirigida por Richard Fleischer y guionada por Otto Klement, Harry Kleiner,
David Duncan; protagonizada por Stephen Boyd, Raquel Welch, Edmond O'Brien,
Donald Pleasence entre otros.
Trataré
de ser breve: hallada la tecnología para miniaturizar personas y objetos por
apenas 60 minutos, los protagonistas realizan un viaje sanitario a través del interior
del cuerpo humano de una persona que tiene un severo hematoma cerebral a causa
de un intento de asesinato. La trama pasa de lo macro a lo micro y lo que debe
ser más o menos rápido y simple se complica. Los viajeros deben cambiar de
ruta, internarse en fluidos, órganos y luchar con anticuerpos.
La
película es fantástica pero debo confesar que está envejecida. Hay rumores de
una nueva versión pero por lo pronto, no tenemos nada.
Esta
nueva versión sí la estamos esperando…
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