Me
gustan los libros en los que alguien expone una idea distinta o a contracorriente
de lo establecido.
No
se trata de decir que la Tierra no
es redonda, sino de decir algo con criterio y argumentos sólidos como probanza.
Ya
me había sucedido con “Tierra Rara” (“Rare Earth” de Peter Ward y Donald Brownlee, unos señores que enumeran todas las condiciones
que debe tener un planeta para que tenga vida compleja y por lo tanto instalan
el tema de nuestra muy factible soledad universal. Admitiendo aún que hubiese
un planeta con condiciones e historia geológica como el nuestro, plantean la
prácticamente imposibilidad comunicacional, lo que para el caso viene a hacer lo
mismo… (buen planteo: estar solo o no poder comunicarnos viene a resultar algo
efectivamente similar).
Explicita sus argumentos y su saber en las páginas…
Más
que “emergencia climática” nos habla
de “histeria climática” y de todo ese
juego de conveniencias, ganancias y poder por el que algunas instituciones
internacionales sostienen cuestiones no tan ciertas…
Nuestro
aprecio a la valentía por decir algo opuesto a lo establecido.
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