Sancionaron duramente al jugador de fútbol uruguayo, Edison Cavani, por haber respondido por Instagram a la felicitación de un amigo con un “gracias negrito”, tres fechas sin jugar y 100 mil libras. Cavani juega en un equipo inglés...
Obviamente, los ingleses o las autoridades del fútbol inglés no comprenden que las palabras no contienen un significado único sino que dependen de cotextos, contextos y de las características de los hablantes: para Cavani y su amigo, la palabra “negrito” era una señal de afecto, como también en muchos países de América Latina “negrita”, “flaca”, “gordita”, “colorado”, “chinito” entre otros adjetivos pueden y suelen ser expresiones de puro afecto.
Pero bueno, los entendemos a los ingleses y a las autoridades del fútbol inglés, no se puede decir a otra persona “negrito” y eso es todo.
No vendría mal también que toda la sociedad inglesa relea su historia desde esta perspectiva y observe cómo han tratado a los “negritos” y qué han hecho con ellos y con todo un continente habitado por “negritos” antes de sancionar a un jugador uruguayo por tratar amorosamente a un amigo...
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