A muchos,
la estrategia de penetrar en Troya
con una trampa, con una aparente ofrenda de paz, les parece indignante…
Pero
bueno, en la guerra vale todo…
A mí lo
que siempre me indignó es el artilugio turístico que desde hace décadas se
construyó en Turquía que es donde
uno se encuentra con los restos de Troya,
a unos kilómetros de Esmirna.
Es un Caballo
de Troya con edificio por encima y amplias ventanas.
No pedimos
la máxima verosimilitud pero por lo menos un poquito, un chiquitín de eso
mismo.
Se
supone que el Caballo camufló a los
aqueos, que nadie sospechó de los temibles guerreros ocultos en su vientre…
¡Una
casita encima y ventanas!
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