El director técnico de fútbol Carlos Salvador Bilardo, quien condujera el seleccionado argentino al campeonato del mundo de 1986 y al subcampeonato en 1990, posee una biografía que es todo un anecdotario. Siempre ostentó esa picardía de “pibe futbolero argentino”…
De todas ellas, a mí la que más me gusta es la de la copa “Otero” que se jugó en Pontevedra allá, por los años ’70, él dirigía “Estudiantes de la Plata” y disputaban un pequeño campeonato amistoso contra el “Valencia”.
El partido terminó empatado en cero y fueron a “alargue” de dos tiempos de 15 minutos. Como el resultado era el mismo y la organización no contemplaba resolver por disparos desde el punto del penal, se decidió que la copa se echase a la suerte por “cara o cruz”.
Bilardo, según él confiesa, le mandó a decir a su capitán de equipo Malbernat que, ni bien la moneda tocase el cesped, todos se abrazasen y se arrojasen al suelo y festejasen locamente.
Y así fue.
Y se llevaron la copa y el triunfo…
Y nadie pudo saber jamás de qué lado cayó la moneda.
Buenísima la anécdota!! que bárbaro Carlos Salvador!!!
ResponderEliminarSí, señor Nicolás... ¡Y cuántas otras anécdotas tiene en su haber! Bilardo es un personaje maravilloso en este sentido. Basta recordar que en el Mundial `90 estaba tan decepcionado de la actuación del equipo ante Brasil que, en el entretiempo, sólo les dijo a sus jugadores "Muchachos, a los de amarillo no se la pasen más".
ResponderEliminarTengo una anécdota del Dr. que es increíble, pero no la puedo poner aquí. Se la contare en la tertulia que nos debemos.
ResponderEliminarExcelente como siempre maese. Un abrazo!