Cuando se
dieron cuenta de que Harry Potter
era un éxito rotundo no fue tarde para aprovechar y ofrecer alguna cosa
parecida, las editoriales ofrecían toda una gama de novelas, cuentos,
historietas protagonizadas por brujos/as simpáticos y piolas.
La misma
observación se puede hacer con la obra de J.R.R. Tolkien, escrita
mayormente en la década del ’50, difundida en América en los ’70 y apreciada
masivamente con el nuevo siglo a partir del boom cinematográfico.
Para no ser
menos, nos colgamos del barrilete del auge porno-literario
de E. L. James con Cincuenta
sombras de Grey, Cincuenta
sombras más oscuras y Cincuenta
sombras liberadas. Ya suponíamos que se nos avecinaba un pequeño
aluvión de obras por el estilo.
Y como en
Argentina nunca queremos ser menos…
Se espera
para estos días la publicación de 40
grados a la sombra (cualquier falta de originalidad en el título no
es mera casualidad), una antología de relatos eróticos escritor por mujeres
argentinas…
Una manera
vernácula de decir: “nosotras también
podemos ser chanchitas”…
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