Bennet (1867-1931) nos
desliga de algunos imperativos vocacionales en “Cómo vivir con veinticuatro horas al día”, libro de
principios del Siglo XX: “Al elegir el
campo que ocupa tu tiempo no te guíes más que por tus gustos e inclinaciones
naturales. Está bien ser un enciclopedista andante de la filosofía, pero si ella
no te interesa para nada y en cambio te gusta ir por el mercado inventariando
los gritos que usan los vendedores a modo de señuelo, olvídate de la filosofía
y dedícate a eso…”
Tengo que confesar
que lo de ir por el mercado “inventariando
los gritos que usan los vendedores” me fascina…
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