Y claramente, es imposible borrar el pasado, a veces se puede tergiversar, hacer creer que sucedió algo que no sucedió o viceversa, pero parece que este no es el caso...
Esta película biográfica, “biopic” como las llamamos ahora porque todo en inglés es más lindo y funcional, no es otra cosa que la historia de la invención y vampirización que gozara y sufriera Elvis Presley, en ese orden, a través de su perpetuo manager quien, si bien lo descubrió y nos lo legó como un hallazgo musical imprescindible, lo fagocitó para sus propios bienes personales que no eran otra cosa que fumar habanos y deambular casinos…
Film
flamante, 2022 aún en salas, (esta vez estuve esmerado y no fui muy hacia
atrás), dirigido por Baz Luhrmann y
guionado según dicen por Jeremy Doner,
Sam Bromell, Baz Luhrmann, Craig Pearce
sobre una historia de Jeremy Doner y
Baz Luhrmann… ¿De verdad se necesitó
tanta pluma para este “biopic”? El producto es bueno, lo firmo pero no es que
el guion nos haga saltar de la silla ni sorprenda grandemente. Pongo como
parámetro que un buen guion es aquel del cual te llevas algunas frases a tu
casa y en este caso solo puedo rescatar alguna reflexión personal del controvertido “Coronel Parker” (manager) en un
momento de conflicto con su “muchacho” (Elvis)…
Es un film para ver en la sala de cine ya que está enmarcado en esas cuestiones deslumbrantes y algo pirotécnicas que se disfrutan en pantalla grande. Los actores profesionales y correctos: Austin Butler, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Richard Roxburgh, Helen Thomson, David Wenham, Kelvin Harrison Jr. entre otros. Ciertamente que la caracterización artificial de Hanks como Parker resulta innecesaria pero entendemos que son concesiones al espectador actual, Hanks podría hacer de Parker sin tanto disfraz de engrosamiento. Parece que nos vamos desacostumbrando a que un buen actor puede hacernos creer que es quien se proponga sin demasiada indumentaria ni maquillaje…
De este tipo de films pretendemos que se ajusten al menos todo lo posible a algo que pudo ser más o menos como fue. Ya sabemos que el cine y la literatura aportan tanta ficción al género biográfico de manera tan seductora que nos terminamos creyendo que Pocahontas realmente fue lo que nos mostró Disney… En este caso creo que la sobreabundancia ficcional no desbordó y todo se ajusta bastante a lo que acaso fue. Desconocía la filiación afectiva de Elvis por el mundo afroamericano. No en su concepción musical que es evidente y confesa sino en lo personal, no tenía a Elvis volviendo a los barrios de comunidades afroamericanas en momentos de desconcierto para estar con viejos amigos, escuchar su música, abrevar de sus bailes y solturas en esos locales fuera del gran espectáculo… Ojalá haya sido cierto…
Encontrarán
muchas palabras elogiosas para este film y también muchas contrarias: “…reiterativo en su espectacularidad sin
aliento…”, “Pasable y olvidable
‘biopic’”, “la película acaba
perdiéndose a sí misma”, “…previsible
extravagancia…”, etc.
No obstante y citado los fragmentos citados, se recomienda para todos aquellos que disfrutaron y disfrutan de la voz de Elvis y para todos aquellos que no lo conocen…
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