Es un historia atrapante. Acaso edificada sobre una cuestión muy improbable que pasa casi desapercibida: a un convicto a punto de salir en libertad le prohíben siquiera intentar entrar al seminario sacerdotal católico de su Polonia natal, so pretexto de que jamás aceptarían a ex presidiarios como futuros sacerdotes. Esto es realmente improbable. No vamos a defender iglesias pero si la Iglesia Católica no acepta en sus filas a seres que intentan redimirse pues ¿a quiénes entonces? Es cierto también que el clero católico se comporta distinto de país en país, y es cierto que el cine como la literatura se montan en ficciones y esta es una de ellas, pero una cosa es la ficción y otra la calumnia. Aunque, si lo pensamos bien la línea es muy delgada…
Mueve a infinidad de reflexiones: humanas, religiosas, políticas, sociales, trascendentales…
“El hábito no hace al monje” o acaso sí algunas veces…
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