jueves, 10 de junio de 2021

“Friends, el reencuentro” o la alegría de estar tristes…

 


 Iba a demorar el comentario sobre el programa que propició el reencuentro de los actores de la serie Friends hasta que estuviese disponible a partir del 29 de junio en este territorio tan al sur…

 No obstante, todos los interesados de estas tierras vieron ya el programa casi en tiempo y forma. ¿Pagan plataformas extranjeras o tienen conexiones internacionales? No amigos, aquí se delinque lisa y llanamente. Bueno, a título de verdad se delinque a ojos vistas de la legislación de otros países, porque en estas tierras, bajar música sin pago alguno, ver y descargar films del mismo modo y fotocopiar fragmentos y libros enteros está mínimamente penalizado con penas que  a nadie jamás le han ejecutado por decirlo en términos legales.

 Tal vez, sería apropiado que comentemos este tema en otra entrada, pero sepan, puñado de lectores entusiastas que por estos lares, ya todos hemos visto el programa de la reunión de Friends por plataformas alternativas sin erogación alguna y sin sentir culpa ni cargo por ello. Imaginen, para tener idea de cómo son las cosas por aquí que toda la bibliografía académica que manejan los alumnos de nuestras universidades es fotocopiada y hasta comercializada con total “normalidad”. Aquella leyenda que figura en los textos y dice “Prohibida su reproducción parcial o total…” no existe más que como fórmula muerta…

 Dicho esto, observamos el programa del “reencuentro”. Y en este caso, baste decir que todo reencuentro de personas que pasaron hermosos años de juventud juntas, es algo triste. Seguramente cada lector se ha reunido alguna vez con sus viejos compañeros/as de escuela. Nada más triste, nostálgico pero a la vez, extrañamente alegre y encantador.

 Los reencuentros luego de años, son la alegría de estar vivos y la tristeza por el paso devastador del tiempo que ya hizo de las suyas y todavía hará mucho más…

 Al respecto no puedo más que recordar un texto de Alejandro Dolina: “Balada de la primera novia”. En dicho escrito, alguien ya adulto, intenta encontrar a su primera novia de la infancia. En un mundo aún sin redes sociales, aquello le demanda esfuerzos investigativos y horas de desvelo pero, da con una dirección y allí se dirige. Lo atiende una mujer que, al conocer el propósito de la visita le dice que desconoce de quién le habla y que no es ese el lugar. El señor se retira decepcionado. Claramente la mujer era su novia de la infancia  y claramente ella lo ha reconocido pero, en un gesto de amor superlativo lo ha dejado con la imagen de la infancia, le ha evitado esa herida que produce el paso del tiempo, le ha ahorrado una dolencia. Sin duda que al negar su identidad le ha hecho algún daño, pero también le ha evitado un daño mayor.

 Tal vez, hubiéramos preferido dejar las cosas así con Friends, cada uno buscaría alguna foto de cómo están ahora aquellos protagonistas pero no más que eso. Pero, también sabemos que esto no es una reunión de amigos de escuela ni búsqueda de perdidas novias, esto se trata de espectáculo y por lo tanto de un producto comercial. Hay mucho en juego para que la serie vuelva a verse (se entiende, vuelva a verse, no a realizarse) y para que las nuevas generaciones queden, a partir de esto, prendado de ella. No en vano, muchos analistas del “reencuentro” o la “reunión” han destacado todas las características del programa en orden a que éste apuntó principalmente a captar nuevos espectadores para una vieja serie sin dejar de lado la capitalización del público nostalgioso y ávido de ver juntos a todos los miembros de aquella adorable comedia.

 Como primera apreciación luego de tantas palabras introductorias podríamos decir que no se podría haber hecho algo mucho mejor. Siempre existen ideas brillantes u originales, pero es noble considerar que se hizo algo más o menos correcto y más o menos esperable. Haber hecho un nuevo episodio en la actualidad hubiera sido un verdadero fiasco como así también hacer hoy una continuidad de la serie…

 La reconstrucción y recorrida de los decorados, las preguntas más o menos típicas, la reunión frente a la fuente de la presentación de cada episodio, una relectura de los guiones por parte de algunos de los protagonistas, la participación breve de invitados y testimonios de famosos fue todo y por supuesto ¿Qué más podría ser? Nada más que eso es suficiente.

 Después hay críticas: que si fueron muchos invitados, que si el conductor no estuvo a la altura, que si estaban o no reconocibles los actores y etcéteras…

 A esas apreciaciones críticas nos sumamos en algunas de ellas a saber:

. La cantidad de invitados: no incidió en nada la numerosa cantidad de invitados famosos ya que realmente las apariciones fueron, en su mayoría, muy pero muy breves así que al respecto, no afecto demasiado para mal sino al contrario para ponerle algo de sal al asunto. No obstante, tengo que aclarar que los muy fans de la serie sintieron que aquello estaba de más, no querían que nada les reste tiempo a lo específico: la reunión de los protagonistas.

. Los invitados propiamente dichos: los invitados famosos podrían haber sido los que fueron como cualquier otros  sin que el producto final se vea afectado. Cabe destacar que se hizo un breve desfile con los disfraces emblemáticos que se usaron en algún episodio de la serie y prácticamente con algunos de dichos disfraces era imposible reconocer quienes los portaban, así que si era Justin Bieber, Cara Delevingne o mi vecina, el resultado hubiera sido el mismo. Mención aparte y muy aparte le podemos dar al encuentro de Lisa Kudrow (Phoebe) con Lady Gaga para tocar y cantar a dúo el tema emblemático de Phoebe “Smelly Cat”. La situación fue tan incómoda a nuestro parecer que mañana le dedicaremos una entrada especial a este tmea…

. Los testimonios de conocidos y desconocidos: algunas personas públicas y no tanto de todo el mundo daban cuenta del potencial terapéutico de la serie en momentos difíciles personales. El segmento pareció más cercano a las audiciones religiosas que al espectáculo, pero bueno, se comprende y tolera en prejuicio, debo destacarlo nuevamente, de todos aquellos que solo querían ver a los seis amigos emblemáticos y nada más.

. Las preguntas del moderador: se le ha criticado bastante, podemos ver que en algunos portales esperaban preguntas comprometedoras como las situaciones que hoy podrían verse como machistas por parte de algunos personajes y otras cuantas consideraciones parecidas, pero, en vez de eso, las preguntas se mantuvieron al nivel del pequeño chisme del espectáculo o a las anécdotas más o menos conocidas por el público: que si el mono, que si este decorado, que lo que puse allí para recordar el guión, etcéteras…

. Los personajes secundarios: aparecieron fugazmente algunos personajes secundarios que sumaron luz al programa y fueron realmente un aporte interesante.

. Los protagonistas fuera del personaje: Jennifer Aniston (Rachel), Courteney Cox (Mónica), Lisa Kudrow (Phoebe), Matt LeBlanc (Joey), David Schwimmer (Ross) y Matthew Perry (Chandler) reunidos por fin después de tantos años nos daban una imagen de quienes son en la “vida real” fuera de los personajes, con excepción de Matt LeBlanc (Joey) quien claramente pareció en todo momento ser el personaje que representaba. Esto gusta mucho sin duda a los televidentes, pero habla acaso mal del actor como profesional, quedó en evidencia que Le Blanc no actuó demasiado sino que siempre hizo de sí mismo. En otro orden nos costó esfuerzo reconocer a Matthew Perry (Chandler) y a Courteney Cox (Mónica) a quienes el paso del tiempo hizo la más profunda mella en relación a los demás. Con respecto a Perry se habla y se hablará aún mucho más. Apenas participativo, aunque certero, se lo vio como quien está lento o inseguro, cuidando sus más mínimos movimientos. Esto ocasiona el debate entre quienes nos dicen que unas horas antes de grabar padeció una intervención odontológica y quienes aseguran que aquello se debe a las secuelas adictivas del pasado… Sea lo que sea, lo que tenemos es lo que se puede ver…

. Lo que rescatamos sobre este  programa desde este humilde espacio: nos quedamos con dos perlas del encuentro, a saber: la primera perla que rescatamos es la apreciación de la actriz que personificó a la hermana “deseada e indeseable” de Rachel. Cuando le dieron la palabra dijo claramente que la clave del éxito de la serie es que es una serie de seis personajes protagonistas. No hay alguno que sobresalga por sobre los otros, todos son los principales. Después cada uno tendrá sus preferidos, pero todos son las estrellas. Algo muy difícil o imposible de lograr que sin embargo, los realizadores, guionistas y actores, lograron.

 La segunda perla a nuestro parecer está en la pregunta farandulesca y trivial del moderador que indaga si hubo romance entre los actores. Y contestaron casi sin dudarlo que el romance fue entre Jennifer Aniston y David Schwimmer pero que no se consumó en la realidad sino a través de los personajes de Rachel y Ross. Algo mágico, simple, bello e irremediable. Si hubo amor pasó y se realizó sentimentalmente de modo real pero a través de los personajes de ficción y todo quedó allí para siempre jamás.

 Finalmente, dos cuestiones más que nos dicen que este programa fue único y último para el universo Friends. Al ser cuestionados sobre una posible continuación de la serie, Lisa Kudrow da en la tecla, nos dice que todos los personajes tuvieron su final feliz, el que el público y ellos querían, por lo que una continuidad sería deshacer esos finales felices y volver a ponerlos en situación de conflicto. Ya sabemos que sin conflicto no hay literatura, ni teatro, ni cine, ni televisión…

 La otra cuestión es la que hace a este programa único. En un momento de la programación Courteney Cox (Mónica) nos dice que no solo sería imposible volver a hacer la serie hoy sino que también sería un despropósito realizar otra nueva reunión dentro de una década o dos o el tiempo que fuera.

 “Friends la reunión” es un programa único y así se debe sostener, que pudo haber sido mejor como pudo haber sido peor. Pero es un ejemplar como no habrá otro, un momento amado por los fanáticos, una reunión de amigos, un conglomerado de momentos afectivos e íntimos. 

 Cada uno sabrá cómo disfrutarlo y qué sensaciones le depara...




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