Iba a demorar el comentario
sobre el programa que propició el reencuentro de los actores de la serie Friends
hasta que estuviese disponible a partir del 29 de junio en este territorio tan
al sur…
No obstante, todos los
interesados de estas tierras vieron ya el programa casi en tiempo y forma.
¿Pagan plataformas extranjeras o tienen conexiones internacionales? No amigos,
aquí se delinque lisa y llanamente. Bueno, a título de verdad se delinque a
ojos vistas de la legislación de otros países, porque en estas tierras, bajar
música sin pago alguno, ver y descargar films del mismo modo y fotocopiar
fragmentos y libros enteros está mínimamente penalizado con penas que a nadie jamás le han ejecutado por decirlo en
términos legales.
Tal vez, sería apropiado que
comentemos este tema en otra entrada, pero sepan, puñado de lectores
entusiastas que por estos lares, ya todos hemos visto el programa de la reunión
de Friends
por plataformas alternativas sin erogación alguna y sin sentir culpa ni cargo
por ello. Imaginen, para tener idea de cómo son las cosas por aquí que toda la
bibliografía académica que manejan los alumnos de nuestras universidades es
fotocopiada y hasta comercializada con total “normalidad”. Aquella leyenda que figura en los textos y dice “Prohibida su reproducción parcial o total…”
no existe más que como fórmula muerta…
Dicho esto, observamos el
programa del “reencuentro”. Y en este caso, baste decir que todo reencuentro de
personas que pasaron hermosos años de juventud juntas, es algo triste.
Seguramente cada lector se ha reunido alguna vez con sus viejos compañeros/as
de escuela. Nada más triste, nostálgico pero a la vez, extrañamente alegre y
encantador.
Los reencuentros luego de años,
son la alegría de estar vivos y la tristeza por el paso devastador del tiempo
que ya hizo de las suyas y todavía hará mucho más…
Al respecto no puedo más que
recordar un texto de Alejandro Dolina:
“Balada
de la primera novia”. En dicho escrito, alguien ya adulto, intenta
encontrar a su primera novia de la infancia. En un mundo aún sin redes
sociales, aquello le demanda esfuerzos investigativos y horas de desvelo pero,
da con una dirección y allí se dirige. Lo atiende una mujer que, al conocer el
propósito de la visita le dice que desconoce de quién le habla y que no es ese
el lugar. El señor se retira decepcionado. Claramente la mujer era su novia de
la infancia y claramente ella lo ha
reconocido pero, en un gesto de amor superlativo lo ha dejado con la imagen de
la infancia, le ha evitado esa herida que produce el paso del tiempo, le ha ahorrado
una dolencia. Sin duda que al negar su identidad le ha hecho algún daño, pero
también le ha evitado un daño mayor.
Tal vez, hubiéramos preferido
dejar las cosas así con Friends, cada uno buscaría alguna
foto de cómo están ahora aquellos protagonistas pero no más que eso. Pero,
también sabemos que esto no es una reunión de amigos de escuela ni búsqueda de
perdidas novias, esto se trata de espectáculo y por lo tanto de un producto
comercial. Hay mucho en juego para que la serie vuelva a verse (se entiende,
vuelva a verse, no a realizarse) y para que las nuevas generaciones queden, a
partir de esto, prendado de ella. No en vano, muchos analistas del “reencuentro” o la “reunión” han destacado todas las características del programa en
orden a que éste apuntó principalmente a captar nuevos espectadores para una
vieja serie sin dejar de lado la capitalización del público nostalgioso y ávido
de ver juntos a todos los miembros de aquella adorable comedia.
Como primera apreciación luego
de tantas palabras introductorias podríamos decir que no se podría haber hecho
algo mucho mejor. Siempre existen ideas brillantes u originales, pero es noble
considerar que se hizo algo más o menos correcto y más o menos esperable. Haber
hecho un nuevo episodio en la actualidad hubiera sido un verdadero fiasco como
así también hacer hoy una continuidad de la serie…
La reconstrucción y recorrida
de los decorados, las preguntas más o menos típicas, la reunión frente a la
fuente de la presentación de cada episodio, una relectura de los guiones por
parte de algunos de los protagonistas, la participación breve de invitados y
testimonios de famosos fue todo y por supuesto ¿Qué más podría ser? Nada más
que eso es suficiente.
Después hay críticas: que si
fueron muchos invitados, que si el conductor no estuvo a la altura, que si
estaban o no reconocibles los actores y etcéteras…
A esas apreciaciones críticas
nos sumamos en algunas de ellas a saber:
. La cantidad de invitados: no
incidió en nada la numerosa cantidad de invitados famosos ya que realmente las
apariciones fueron, en su mayoría, muy pero muy breves así que al respecto, no
afecto demasiado para mal sino al contrario para ponerle algo de sal al asunto.
No obstante, tengo que aclarar que los muy fans de la serie sintieron que
aquello estaba de más, no querían que nada les reste tiempo a lo específico: la
reunión de los protagonistas.
. Los invitados propiamente
dichos: los invitados famosos podrían haber sido los que fueron como cualquier
otros sin que el producto final se vea
afectado. Cabe destacar que se hizo un breve desfile con los disfraces
emblemáticos que se usaron en algún episodio de la serie y prácticamente con
algunos de dichos disfraces era imposible reconocer quienes los portaban, así
que si era Justin Bieber, Cara Delevingne o mi vecina, el resultado
hubiera sido el mismo. Mención aparte y muy aparte le podemos dar al encuentro
de Lisa Kudrow (Phoebe) con Lady Gaga
para tocar y cantar a dúo el tema emblemático de Phoebe “Smelly Cat”. La situación fue tan incómoda a nuestro parecer
que mañana le dedicaremos una entrada especial a este tmea…
. Los testimonios de conocidos
y desconocidos: algunas personas públicas y no tanto de todo el mundo daban
cuenta del potencial terapéutico de la serie en momentos difíciles personales.
El segmento pareció más cercano a las audiciones religiosas que al espectáculo,
pero bueno, se comprende y tolera en prejuicio, debo destacarlo nuevamente, de
todos aquellos que solo querían ver a los seis amigos emblemáticos y nada más.
. Las preguntas del moderador:
se le ha criticado bastante, podemos ver que en algunos portales esperaban
preguntas comprometedoras como las situaciones que hoy podrían verse como
machistas por parte de algunos personajes y otras cuantas consideraciones
parecidas, pero, en vez de eso, las preguntas se mantuvieron al nivel del
pequeño chisme del espectáculo o a las anécdotas más o menos conocidas por el
público: que si el mono, que si este decorado, que lo que puse allí para
recordar el guión, etcéteras…
. Los personajes secundarios:
aparecieron fugazmente algunos personajes secundarios que sumaron luz al
programa y fueron realmente un aporte interesante.
. Los protagonistas fuera del
personaje: Jennifer Aniston (Rachel), Courteney Cox (Mónica), Lisa Kudrow (Phoebe), Matt LeBlanc (Joey), David Schwimmer (Ross) y
Matthew Perry (Chandler) reunidos por fin después de tantos años nos daban una
imagen de quienes son en la “vida real” fuera de los personajes, con excepción
de Matt LeBlanc (Joey) quien claramente pareció en todo
momento ser el personaje que representaba. Esto gusta mucho sin duda a los
televidentes, pero habla acaso mal del actor como profesional, quedó en
evidencia que Le Blanc no actuó demasiado
sino que siempre hizo de sí mismo. En otro orden nos costó esfuerzo reconocer a
Matthew Perry (Chandler) y a Courteney Cox
(Mónica) a quienes el paso del
tiempo hizo la más profunda mella en relación a los demás. Con respecto a Perry se habla y se hablará aún mucho
más. Apenas participativo, aunque certero, se lo vio como quien está lento o
inseguro, cuidando sus más mínimos movimientos. Esto ocasiona el debate entre
quienes nos dicen que unas horas antes de grabar padeció una intervención
odontológica y quienes aseguran que aquello se debe a las secuelas adictivas
del pasado… Sea lo que sea, lo que tenemos es lo que se puede ver…
. Lo que rescatamos sobre
este programa desde este humilde
espacio: nos quedamos con dos perlas del encuentro, a saber: la primera perla
que rescatamos es la apreciación de la actriz que personificó a la hermana
“deseada e indeseable” de Rachel.
Cuando le dieron la palabra dijo claramente que la clave del éxito de la serie
es que es una serie de seis personajes protagonistas. No hay alguno que
sobresalga por sobre los otros, todos son los principales. Después cada uno
tendrá sus preferidos, pero todos son las estrellas. Algo muy difícil o
imposible de lograr que sin embargo, los realizadores, guionistas y actores,
lograron.
La segunda perla a nuestro
parecer está en la pregunta farandulesca y trivial del moderador que indaga si
hubo romance entre los actores. Y contestaron casi sin dudarlo que el romance
fue entre Jennifer Aniston y David Schwimmer pero que no se consumó
en la realidad sino a través de los personajes de Rachel y Ross. Algo
mágico, simple, bello e irremediable. Si hubo amor pasó y se realizó
sentimentalmente de modo real pero a través de los personajes de ficción y todo
quedó allí para siempre jamás.
Finalmente, dos cuestiones más
que nos dicen que este programa fue único y último para el universo Friends.
Al ser cuestionados sobre una posible continuación de la serie, Lisa Kudrow da en la tecla, nos dice
que todos los personajes tuvieron su final feliz, el que el público y ellos
querían, por lo que una continuidad sería deshacer esos finales felices y
volver a ponerlos en situación de conflicto. Ya sabemos que sin conflicto no
hay literatura, ni teatro, ni cine, ni televisión…
La otra cuestión es la que hace
a este programa único. En un momento de la programación Courteney Cox (Mónica)
nos dice que no solo sería imposible volver a hacer la serie hoy sino que
también sería un despropósito realizar otra nueva reunión dentro de una década
o dos o el tiempo que fuera.
“Friends la reunión” es un
programa único y así se debe sostener, que pudo haber sido mejor como pudo
haber sido peor. Pero es un ejemplar como no habrá otro, un momento amado por
los fanáticos, una reunión de amigos, un conglomerado de momentos afectivos e
íntimos.
Cada uno sabrá cómo disfrutarlo y qué sensaciones le depara...
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