De vez en cuando, recordamos algún verso o la sensación que nos dejó algún verso de esos que escriben los grandes. Y buscamos el poema para releerlo, para ver si era cierto ese sabor que nos dejó en el alma… y ahí está como antes, como siempre, como éste de Leopoldo Lugones de El libro fiel, "Historia de mi muerte":
“Soñé la muerte y era muy sencillo:
una hebra de seda me envolvía,
y a cada beso tuyo,
con una vuelta menos me ceñía
y cada beso tuyo
era un día;
y el tiempo que mediaba entre dos besos,
una noche. La muerte es muy sencilla.
Y poco a poco fue desenvolviéndose
la hebra fatal. Ya no la retenía
sino por sólo un cabo entre los dedos...
Cuando de pronto te pusiste fría
y ya no me besaste...
y solté el cabo, y se me fue la vida.”
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