“El dolor posee para mí un encanto raro, y que nada enciende más mi
pasión que la tiranía, la crueldad y, sobre todo, la infidelidad de una mujer
hermosa” Sacher Masoch.
Ya se sabe, “Cincuenta sombras de Grey”
es un best-seller erótico que deviene
en trilogía y acaso más…
El público
se renueva y el deseo es siempre el mismo, nace y renace jovialmente…
No es casual
que la autora Erika Leonar James fuese una fanática de la saga "Crepúsculo". Si en dicha saga
se refritaba el filo-vampirismo, con esta obra se sirve de nuevo a la mesa, la
comida picante que hicieron las delicias de nuestros padres y abuelos.
Pero, para
quienes no se privan de nada, para aquellos que, como yo, cuando ven algo "nuevo", no pueden dejar de ir a las
fuentes, les transcribo los antecedentes incuestionables, los clásicos del
género:
“Fanny Hill o las memorias de una mujer
de placer” 1749, de John Cleland; “Grushenka tres veces mujer”, S. XVIII, anónimo; “La Venus de las pieles”, 1879
Sacher Masoch; “El amante de
Lady Chatterley”, 1929, D.H. Lawrence; “Trópico de Cáncer”, 1934 de Henry
Miller y, si no se quiere dejar nada afuera: “La filosofía del tocador”, 1795 del Marqués de Sade.
Ahora sí,
amigo lector y compañero de esta humilde ruta blogger, estamos en condiciones
para jactarnos de tener los pilares fundamentales de la literatura “de fuego”…
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