sábado, 5 de marzo de 2011

A propósito de los Oscar 2011.



Si bien las premiaciones son opinables y discutibles hay un evento que hace a éste en alguna medida y que siempre acierta. Hablo de la entrega de la “Frambuesa dorada” o el “Antioscar” (Razzie).
  En general los no muy anónimos críticos que hacen esta suerte de jurado fatal no fallan.
  Porque no castigan con su premiación o “antipremicación” a  las películas que no tuvieron presupuesto suficiente para lograr una producción al gusto general actual. Tampoco juzgan aquellas que sean de las llamadas clase “b” o “c” que, en general, suelen ser para el gusto del canon establecido, muy malas. Las películas de este tipo de clases suelen destacarse cuando son buenas. El “antioscar” en cambio, castiga a aquellos films que pretendieron un lugar preciado en el universo de las películas de primer orden y son un horror. Aquellas que aspiraron a todo, que pretendieron todo, que lo tuvieron todo para ser excelentes y han defraudado de manera rotunda.
  Estoy a favor de este evento. Es un evento desmitificador. Muchas veces han caído sobre films que he disfrutado pero, que en rigor de verdad, con una mano en el corazón, han sido una reverenda porquería.
  Este año “competían” por esa antigloria “Eclipse” (Eclipse) “El último maestro del aire” (The last airbender) y “Sexo en nueva York 2” (Sex and the city 2) entre otras. Obviamente que dichas nominaciones abarcan actores, directores, y otros muchos aspectos involucrados.
  Evidentemente no se equivocan.
  Alguna vez Woody Allen tuvo la grandeza de no ir a recibir un merecido Oscar por quedarse tocando el saxo en su bar favorito.
  Cada año espero que aparezca un actor o director que tenga la grandeza de ir a buscar su frambuesa.
 Que vaya, se presente y reclame su frambuesa dorada de menos de cinco dólares. Sería algo grandioso. Digno de un grande. En el 2009 fue Sandra Bullock. Admirable. Pero no sé de nadie más que lo haya hecho.
  Un acto de nobleza que, además, beneficiaría en grande a quien ostente el coraje.

2 comentarios:

  1. Yo le avisé doctor... "El último maestro aire" era una falta de respeto a su original animado. Y en cuanto a ir a buscar el premio tiene usted razón, cuánto más nos agradarían los actores y directores si se hicieran cargo de sus aciertos tanto como de sus desbarrancos. ¡Salud por la frambuesa!

    ResponderEliminar
  2. Sí, usted tiene razón... "El último maestro del aire" sería una de esas que disfruté pero, si me pongo una mano en el corazón no puedo defenderla. De todos modos me parece que le dieron duro. Creo que ganó la Frambuesa hasta en el rubro de "Peor uso del 3D"...

    ResponderEliminar