Selma Ancira traductora al castellano de la poetisa rusa (desconocida en estas playas) Marina Tsvietáieva dice que, dicha autora, es un fenómeno único en la literatura rusa haciendo que las palabras suenen de una manera distinta.
Lamentablemente, para quienes no leemos (ni leeremos) en ruso, no nos queda más que confiar ciegamente en su traductora e intuir la grandeza total de la poetisa.
Suele pasar con las lecturas que no se hacen en su lengua original, sólo nos queda la intuición de la grandeza total…
Pero sí podemos apreciar algo del alma de la autora en el gesto de evitar el encuentro personal con alguien a quien admiraba profundamente. Por palabras de su hija descubrimos que ella: “sabía que los únicos encuentros que jamás decepcionan son los encuentros imaginarios.”
La mirada de Tsvietáieva |
*Nota: evitó dos veces el encuentro con el escritor Aleksandr Blok a quien admiraba.
Cierto, pasa con muchos escritores, sobre todo poetas. Donde uno no puede más que imaginarse que esas palabras tenían un sonido especial. Sin ir más lejos, cualquier verso de Shakespeare tiene una musicalidad en inglés que es intraducible. Hay también casos horrorosos de traductores que quisieron aggiornar esos sonidos. Como la versión de La Divina Comedia de Bartolomé Mitre.
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