Aseguran
los académicos que las últimas palabras de Lewis
Carroll fueron “Quíteme esta
almohada. Ya no la necesito.” Y que las últimas de Fernando Pessoa fueron: “No
sé qué me depara el mañana.” Y las últimas de Dylan Thomas: “Me he tomado
dieciocho whiskys. Creo que es mi record.” Y las del recientemente
fallecido premio Nobel de Literatura Seamus
Heaney: “Noli timere”, que en
buen latín significa “No tengas miedo”,
se las habría dicho a su esposa.
Todo
tan cierto como improbable.
Las últimas
palabras son un testimonio de alguien “más o menos digno de fe”.
Lo que
otro nos dice que alguien dijo…
Pero
son los datos que hoy por hoy apasionan y muy especialmente a los internautas…
Para el
caso, acabo de reunir algunas “últimas palabras” de los grandes de la
humanidad.
Si son
ciertas o no, lo dejo al buen tino de este puñado de lectores que me leen…
Últimas
palabras de:
Julius
Robert Oppenheimer (padre
de la bomba atómica): “Me parece que me
mandé una macana.”
Joseph Bell (maquinista del Titanic): “¡Qué boquete!”
Drácula: “Es como si me hubieran
atravesado el corazón.”
King Kong: “Avioncitos
de mierda.”
Napoleón: “Últimamente
me siento aislado.”
Bin Laden: “Oigo
ruidos. ¿Quién anda ahí?”
Medusa: “A veces pierdo la
cabeza.”
María Antonieta: “Yo
también, a veces pierdo la cabeza.”
Aquiles: “Ups, me dieron en
el pie.”
Noe: “Siempre que llovió,
paró.”
Casi muero con Oppenheimer!! Muy bueno!!
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