Es una
tendencia de las últimas décadas literarias y cinematográficas…o ¿acaso de
mayor tiempo atrás? Hablo de esta manía de presentar, de revertir lo
tradicionalmente malo como bueno.
El dragón
es un animalito simpático y amaestrable, el fantasma es un zonzo al que hay que
ayudar, el diablo es un amigote en desgracia y los vampiros son vegetarianos…
Me detengo
en estos últimos…muy, muy vegetarianos no se muestran… Los vampiros que se
iniciaron en la saga Crepúsculo toman sangre de animales… el vegetarianismo ortodoxo exigiría que coman
vegetales…
Pero bueno,
de todos modos la escritora Stephenie Meyer los logró imponer en el
mercado editorial y cinematográfico a partir de 2005.
Pero
obviamente a alguien ya se le había ocurrido antes.
“Vampiros vegetarianos”, la obra
plástica del año 1962 de la artista Remedios Varo.
Ya
andaban con sorbetes conformándose con frutos rojos, claro que Varo no
hablaba en serio, es una producción estética de altura pero con un tono humorístico…
"Vampiros vegetarianos" R. Varo. |
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