sábado, 20 de octubre de 2012

Los libros perdidos…



 Recomendable para el puñado de entusiastas seguidores de este blog es el libro de Alexander Pechmann: “La biblioteca de los libros perdidos”.

  Es que ¡vamos! no todos las bibliotecas fueron incendiadas por los bárbaros…

  Ladrones ocasionales, incendios, olvidos, peleas matrimoniales entre otras vicisitudes acabaron con obras que jamás podremos leer y, la más terrible de las causas, aquellos escritores que quisieron destruir sus propias obras y lo lograron!

  Como muestra comento que el libro de Pechman recuerda a Balzac quemando un manuscrito sólo para fastidiar a su mezquino editor; a James Joyce arrojando al fuego de la chimenea las dos mil páginas de “Stephen Hero”, autobiografía que narraba el ahogo de su infancia y adolescencia bajo una moral conservadora (su futura esposa, Nora Barnacle, consiguió rescatar trescientas páginas del fuego, a partir de las cuales Joyce reescribió una versión abreviada que dio a conocer bajo el título “Retrato de un artista adolescente”); a Melville vendiendo sus manuscritos por diez céntimos la libra a un fabricante de cajas de viaje de Massachusetts para forrar sus interiores; a los herederos de Lord Byron, destruyendo originales de sus memorias  por temor a que revelaran escandalosas intimidades de la aristocracia inglesa; al cuñadito de  Laurence Sterne,  quemando una abultada colección de cartas de amor de importantes damas de la sociedad…¡etc.!


  Libros, bosquejos de libros, cartas, memorias, obras destruidas, desaparecidas y obras nunca escritas… “La biblioteca de los libros perdidos”

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