jueves, 23 de junio de 2011

Superhéroes y familia superheroica…una fórmula insoportable.

  El superhéroe tiene una característica distintiva: la soledad. El heroísmo, el superheroismo, es un sacerdocio. En algunos casos puede tener un amor al que su misión obliga a postergar o, algún familiar pero no mucho más que eso. El superhéroe “salva al mundo” y saluda desde lejos con la mano, se marcha. Es prácticamente un alma célibe.

  Nadie puede pensar que un superhéroe debe ir a hacer las compras antes o después de salvar su ciudad o su comunidad o el mundo o el universo. No puede ir a comprar pañales o condimentos para hacer una tarta…

   El superhéroe sólo puede ser eso, superhéroe.

  Cuando comienzan a adosarle familiares comienza mi fastidio y cuando, ¡oh, casualidad! esos familiares tienen los mismos poderes que el protagonista mi fastidio se multiplica al infinito.

  Que tenga algún colega coprotagonista: “Robín” supongamos, bueno, “vaya y pase”, otro colaborador que el protagonista desconoce pero ayuda en algunas ocasiones: “Batichica”, ya se vuelve un clima enrarecido. No les cuento mi humor cuando descubrí en la niñez la existencia de un “super –perro”, un can con capita!!! ¡Ay, Dios!

Zorro y Sra. jocosos...
  Y ya lo intuía yo cuando el desatinado Antonio Banderas nos presentó un Zorro sumamente viril. El Zorro original cuida su identidad detrás de una máscara de amaneramiento femenil, el de Guy Williams (el genial Zorro de Guy Williams) es casi un pusilánime. Pero, Banderas tenía que casarse y con una dama que, al menos, se presenta como la triple campeona de las olimpiadas de esgrima y tienen un hijito que sí, claro, es un Zorro en miniatura… Nada más insoportable, una fórmula realmente imbécil. Pido perdón pero se me va la pluma…

  Y lo mismo con el adorable Indiana Jones, la esposa o amada es una Indiana Jones femenina y el hijo tiene las mismas características. Bárbaro ¿y por qué no ponemos, en la próxima, una suegra que maneje el látigo como ninguna y algún cuñado que encienda el fuego para asar carne a puro pistoletazo?
Indiana e Indianito

  No señores, esto es intolerable, ridículo. Lo muy inverosímil debe guardar un punto mínimo de verosimilitud y ese último reducto de verosimilitud imposible está cobijado en la soledad del héroe. No existen los superhéroes, no existen esas situaciones ni esos ayudantes ni esos antagonistas pero, si existiesen, serían así: seres a los que el misterioso destino signó como superhéroes y viven siempre en la soledad de su heroísmo.


 Basta por favor de superhéroes con esposa, hijos, mascotas y amigos también superhéroes porque es bastardear la grandeza original de estas historias.


El perro de Superman




Nota: Y omití la tercera película de la saga “La Momia” que también incurre en este despropósito…se podrían recordar otros casos más…

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