Dicen los comentarios que este
film está basado en hechos reales, puede ser, les creo. Yo conozco un caso
similar, pero como no tiene los ribetes necesarios, no califica para hacer un
film: la suegra de un amigo mío es una señora mayor que vive en la más lejana
de las secciones de nuestra selva misionera. En su predio se encarga, como puede
a su edad, de unos pocos cultivos y la cría de algún que otro animalillo, creo
que cabras o algo así. El sitio se destaca por un terreno excepcional con
características topográficas llamativas y una cascada fresca y “melimanante”
que le da a todo el aspecto de paraíso personal. Una empresa de turismo
japonesa no deja nunca de hacerle ofertas jugosas que la anciana señora
rechaza sistemáticamente. Los japoneses son siempre unos caballeros que no
pasan de enviar un recordatorio o algún llamado año tras año, la señora es una
delicia de persona.
Ahora bien, en Luzifer una madre desquiciada con delirios místicos aberrantes junto con su hijo que sufre
serios problemas de comprensión y expresión entre tantos otros, viven en las
alturas de un sitio hermosamente montañoso cuidando algo así como halcones y
búhos y la empresa que quiere su predio para hacer funcionar un teleférico se
caracteriza por ser una banda de sujetos crueles capaces de
causarle daño a cualquiera por lograr lo que desean…
Supongo que es, como decía, la
diferencia entre una historia simple y una trágica que merece ser contada o que
claramente despierta la curiosidad del espectador. Al verla recordé la frase
que dijo alguna vez Gastón Gaudio,
uno de nuestros insignes tenistas, mientras jugaba el Roland Garros de 2006: “¡Qué mal la estoy pasando!” Eso fue lo
que escuchamos todos los que lo estábamos viendo! Y eso es el sentir personal
al ver este film. Excelentes actuaciones, maravillosa fotografía, música
apropiada, pero ¡qué mal la pasé! Seguramente el objetivo del guionista y
director (que son la misma persona) ha sido ese.
Por supuesto que podemos hacer, a partir del film, toda una reflexión sobre la religiosidad mal entendida, la
falta de socialización y los intereses inescrupulosos de algunas empresas, sin
duda, pero…
Aconsejé a todos mis amigos que
no la vean. La vida es corta y no habría que pasarla tan mal gratuitamente…
El director y guionista es Peter Brunner, la realización es
austríaca del 2021 y los principales actores son Franz Rogowski, Susanne
Jensen, Theo Blaickner entre otros.
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