Damos inicio a esta semana con
las infaltables referencias a nuestro satélite natural, Selene por siempre…
Para comenzar, “El viaje a la
Luna”
Es ese film que se ha visto
poco pero se recuerda la imagen de la Luna con la nave en su ojo, no es otro
que “Le
voyage dans la Lune”, “El viaje a la Luna”…
Fue en Francia donde Georges Meliés
se inventaría a sí mismo (acaso sin saberlo) como el pionero y, si se quiere
creador del género Ciencia Ficción
cinematográficamente hablando. En 1902 ya tenía el guión y el dinero para apostarlo
a todo o nada: 10000 francos que claramente era una suma importante por
entonces…
Ese dinerillo se invirtió en la
construcción de decorados, la confección de trajes selenitas (diseñados por el
mismo Meliés), acróbatas del Follies Bergére y bailarines del teatro
Chátelet, sin faltar coristas que
hicieron de extras.
Dijo, por entonces, que solo
hizo una hilación de efectos especiales basado en las novelas “De
la Tierra a la Luna” de Julio Verne y “Los primeros hombres en la Luna” de H.G. Wells y evidentemente es cierto.
El Club de Astronomía decide enviar una expedición al satélite natural
de la Tierra, serán cinco que conocerán a la Diosa de la Luna y sus castigos, a
los selenitas, las profundidades del Océano y la gloria de París… Todo eso en apenas
ocho minutos llenos de trucos que suplantaban los desconocidos primeros planos
y los movimientos de la cámara. A falta de todo aquello, Meliés divierte a quien la mire con sobreimpresiones,
transparencias, desapariciones y etcéteras.
Dicen quienes saben de buen cine que Meliés inventó la “simultaneidad
de puntos de vista” con este film antiguo y ya mitológico.
Todo esto le valió el triunfo
en Francia y el robo en EE.UU. ya que jamás percibió un dólar por su logro: un
tal Edison realizó sin permiso legal
alguno, una copia y se hizo rico a costa de Meliés… Bribón, estadounidense bribón…
Boceto de Meliés para escenas submarinas |
Para seguir: “Una mujer en la Luna”
Unas décadas después, en 1928 ,
el controvertido Fritz Lang llevará
una dama hasta nuestro astro más cercano: “Frau um Mond” o “Una
mujer en la Luna” que irá desde la misma Alemania…
Según historia de Tea von Harbor con aportes del propio Lang, nadie le cree a un profesor llamado Mansfeld que en la Luna
existe oro… Nadie le cree hasta que alguien le cree, el ingeniero Helius logra reunir a los cinco hombres
más poderosos del mundo para que costeen la expedición. Hay robo de planos y
chantaje antes de partir, además nos enteramos de que también serán cinco los
tripulantes contando a la prometida de uno de ellos. ¿Quién no invitaría a su
novia a la Luna si pudiese ir? De hecho, seguramente, muchos enamorados
prometieron la Luna y luego no cumplieron… Una vez allá… Puede haber oro y
puede faltar oxígeno, también puede haber amor…
Y para terminar por hoy: “Con
destino la Luna”
1950 será el año de estreno de “Destination Moon”, “Con destino la Luna” dirigía por
Irving Pichel.
Se parece a algunas historias
reales que luego se vivirán en la NASA: luego de algunos intentos fallidos, un
General y un Doctor consiguen la autorización y los medios para crear un cohete
que logre alunizar. Están en ello, haciendo pruebas que aún no cuentan con el
permiso oficial de despegue cuando la tripulación hace caso omiso y parte nomás
hacia el satélite…
Como si fuera poco, en el film
se puede ver una caricatura de Walter Lantz, si el creador de El pájaro loco,
en este caso con una animación explicativa que tiene sus razones en el
desarrollo de la trama.
Los analistas nos dicen que es
una película muy documentada, tratando de minimizar lo ficcional. Si bien hoy
la entienden como un film superado, no dejan de destacar que fue una película
precursora de la tan controvertida y costosa “carrera espacial”…
Y mañana continuamos…
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