La producción televisiva en estos “lares” no es una gran cosa…
Es posible que en el resto del mundo sea igual…
Tal vez, la T.V. como género, haya generado desde sus inicios una abrumadora mayoría de productos, a nuestro
juicio muy mediocres, superfluos, “pobretones”…
Cuando transmite noticias: es partidaria y falsaría.
Cuando trata de espectáculos: es publicitaria por demás y propiciadora de
espacios a quienes no tienen mayores talentos…
Cuando intenta ser reflexiva: fomenta el pleito inútil, la controversia
confusa…
Cuando se pone cinematográfica: transmite los films más olvidables,
aquellos que de verdad no volveríamos a ver…
Etcéteras…
Será por eso que es un género que tiene sino los días contados, sí
los años contados…
En nuestro país, se ocupan horas televisivas en dar espacio a una
modelo-actriz-conductora-panelista o algo así todo junto, derramando lágrimas por su conflictiva separación marital para dar al poco tiempo, la feliz noticia de
haber encontrado un nuevo amor…
También tenemos a un actor al que se le “viralizaron”
fotos de sus genitales y que esta temporada veraniega protagonizará una obra teatral que se
llama “Desnudos” (tan elementales son las estrategias publicitarias...)
...y como si
todo esto que es la generalidad y la normalidad fuese poco, en un programa
periodístico se cruza el estudio, oronda y plácida, una rata…
Creo que esto último es la esencialidad de nuestra televisión, no
otra cosa…
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