La tesis es la siguiente: las entrevistas son inútiles. No hay respuesta que no se sepa de antemano por ende, toda entrevista es puro aburrimiento.
Usted, amigo lector, puede objetar que ha leído o visto entrevistas maravillosas… Yo le contesto que sí, pero que son excepcionales.
Hace algún tiempo en un periódico local se entrevistaba a un piloto de una afamada aerolínea:
“Periodista:_Entendemos que la tarea de piloto demanda una profunda concentración y responsabilidad…
Piloto:_ Nuestra responsabilidad es importantísima y la concentración está en todo momento…”
¿Y qué otra respuesta podría haber sido posible? ¿Acaso alguien imagina una como la siguiente?: “_ Y mucha responsabilidad no ponemos…a veces nos llevamos una damajuana de vino Don Domingo a la cabina y perdemos la concentración…”
Para colmo de males, el periodista continuó con otra espantosa obviedad:
“Periodista: _¿Es la tarea de conducir una avión un trabajo complejo, diríamos difícil?
Piloto: _ Es un trabajo muy pero muy difícil pero una tarea apasionante para quien tiene esta vocación…”
¡¿Y qué otra cosa podría decir el piloto?!: “_Pero no, si es muy simple, me pongo las pilas en el despegue y luego le meto piloto automático, después chamuyamos a las azafatas…”
Creo que fui claro, en próximos días profundizaré mis argumentos.
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