Me preguntaba por qué causa, algunas figuras
locales, insisten tanto en “estar en boca
de todos” tanto por lo bueno como por lo malo…
Y algún amigo me explicaba que la fama es
desesperante. Su condición de efímera hace que los personajes de turno no
descansen ni disfruten demasiado de los benéficos que depara puesto que no ser “noticia”
de algún modo hace que todos comencemos a olvidarlos y el olvido es más temible
que la muerte para los famosos.
Ese amigo me preguntaba, a modo de ejemplo, si yo tenía en mi mente
quien fue la actriz mejor pagada de EE.UU. en la década del treinta… Obviamente
mi respuesta fue negativa:
Kay
Francis (1905–1968) fue quien entre 1930 y 1936 se
convirtió en la primera estrella femenina del estudio Warner Bros, así como la actriz mejor pagada de los Estados
Unidos.
No la recordaba…
Vagamente, tenía idea de haberla visto en algunos de sus numerosos films…
Así es la fama.
Aquí, fotografiada por Edward
Steichen entre 1930 y 1032
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