sábado, 4 de febrero de 2017

Fama, efímera eres…

 Me preguntaba por qué causa, algunas figuras locales, insisten tanto en “estar en boca de todos” tanto por lo bueno como por lo malo…

 Y algún amigo me explicaba que la fama es desesperante. Su condición de efímera hace que los personajes de turno no descansen ni disfruten demasiado de los benéficos que depara puesto que no ser “noticia” de algún modo hace que todos comencemos a olvidarlos y el olvido es más temible que la muerte para los famosos.

 Ese amigo me preguntaba, a modo de ejemplo, si yo tenía en mi mente quien fue la actriz mejor pagada de EE.UU. en la década del treinta… Obviamente mi respuesta fue negativa:

 Kay Francis (1905–1968) fue quien entre 1930 y 1936 se convirtió en la primera estrella femenina del estudio Warner Bros, así como la actriz mejor pagada de los Estados Unidos.

 No la recordaba…

 Vagamente, tenía idea de haberla visto en algunos de sus numerosos films…

 Así es la fama.



Aquí, fotografiada por Edward Steichen  entre 1930 y 1032



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