En un libro. Paul Auster confiesa que sigue escribiendo en su vieja máquina de escribir, eso sí, tomando algunos recaudos para hacerse de insumos por un largo tiempo.
Me pregunto
si seguirá con esa costumbre…
“Hasta entonces, no había tenido especial apego a
mi máquina de escribir. No era más que una herramienta que me permitía hacer mi
trabajo, pero ahora que se había convertido en una especie en peligro de
extinción, uno de los últimos artefactos que aún quedaban del homo scriptoris
del siglo XX, empecé a sentir cierto afecto por ella. Me di cuenta de que, me
gustara o no, teníamos el mismo pasado…”
Paul Auster “La historia de mi máquina de
escribir”
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