Los avances tecnológicos no detienen la imaginación
de los escritores, pero, digamos que la acotan bastante…
Difícil se hace imaginar nuevas aventuras de
descubrimientos en “tierras lejanas”
cuando ya no existe nada “lejano”. No solo los medios de transporte nos llevan
a todas partes a gran velocidad, también y principalmente este mundo virtual
nos transporta a donde sea, pensemos nomás en “Google maps” que registra hasta nuestra más querida “casita del árbol”.
Se complica imaginar el hallazgo, en pleno siglo
XXI, de nuevos mares o civilizaciones perdidas. Nos queda siempre soñar
historias situadas en el XIX y más atrás o fuera de nuestro mundo convencional…
Pero no así con los viajes espaciales. ¡Vamos, que allí
hay mucho que recorrer! Poner un pie en la Luna o una navecita en Marte,
comparado con la extensión del universo, no sería ni siquiera como llegar a la
esquina de casa, sería como poner medio pie fuera del umbral de la puerta…
Y a más razón cuando en el plano de la realidad las
cosas salen bastante mal…
La Agencia
Espacial Europea (ESA) ha confirmado este viernes en un comunicado que
la sonda Schiaparelli se
estrelló en la superficie de Marte…
Personalmente, disfruto mucho cuando los anuncios
oficiales intentan minimizar la catástrofe, copio textual: "Es triste, pero comprobamos que la sonda no aterrizó
exitosamente".
“No aterrizó exitosamente” significa que cayó a
300 km. por hora durante un trayecto aproximado de cuatro kilómetros, es decir, que como
dicen por mi barrio: “Se hizo torta
contra el suelo”.
Nos queda mucho tiempo para seguir fantaseando
literaria y cinematográficamente con los viajes espaciles.
¡Larga vida a la Ciencia Ficción!
Teoría del "amartizaje" exitoso |
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