sábado, 2 de enero de 2016

El “teléfono inteligente”, antídoto contra la soledad…




 Esos “teléfonos inteligentes” que ya devienen en “mincomputadoras portátiles” ¿qué otro servicio principal ofrecen sino el paliativo a cualquier soledad?

 Sé lo que dirá amigo lector: la “sacrosanta”comunicación, la “sagrada” conectividad, la necesidad imperativa de información, la validez de estar todo el tiempo “on line” en todas las redes sociales, etc, etc, etc…

 Todo muy cierto y sin embargo el principal “beneficio” es esa permanente sensación de no estar solos, el antídoto a mano contra la soledad.

 Siempre hay alguien en alguna red social que sube algo, que contesta, que dice alguna estupidez. Acaso un compañero cualquiera de cualquier actividad, no un amigo, alguien, no importa quien sea, muchos y muchas están allí para entablar una conversación eventual en todo instante.

 En otro tiempo, cuando estas tecnologías no existían, un amigo lejano era la lejanía total y si no había nadie con quien hablar, realmente no había nadie con quien hablar.

 Hoy, puede que en algún momento no tengamos nadie con quien hablar realmente, pero ya no lo percibimos.

 Hay que tener coraje para asumir momentos de soledad.

 Pocos están preparados para ello.





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