Hay lugares que no conocemos, que no conoceremos y que acaso sería mejor no conocer pero que seducen por su nombre.
Yo
siempre pensé que Samarkanda era un
destino bello, exótico y aventurero.
No
quiero saber si es o no un tremendo espanto o un paraíso o un sitio común,
común.
Así pensaba también el gran poeta González Tuñón quien dijo alguna vez: “Me quiero ir al Turquestán porque es una linda palabra.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario