Los días pasan y no quise dejar de mencionar el
hecho de que hace pocas semanas, dos tipos discutieron acaloradamente a los
puñetazos y luego uno de ellos le dio algunos tiros a su interlocutor por
defender matices sobre la filosofía de Immanuel
Kant. Digo matices porque ambos se declararon muy Kantianos.
Fue en Rostovon,
allá por Rusia y en un supermercado,
cuando iban a comprar unas cervezas…
Y acaso parezca poco razonable puesto que
estamos acostumbrados a las contiendas entre hombres sólo por cuestiones
políticas, deportivas o de polleras…
Pero una buena pelea por cuestiones filosóficas
no está nada mal…
Al fin y al cabo, las ideas filosóficas terminan
siendo políticas y la política finalmente decide a qué deporte nos dedicaremos
con más esfuerzo y de qué modo amaremos a quienes porten polleras…
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