Hoy
se hace un film y por más que se contraten a los mejores y se hagan los
estudios más eficientes de mercado, la ecuación puede fallar y al mago de Hollywood puede que no le salga el conejo de la galera…
Quiero
decir que, contra todo pronóstico, una película de pronto es un fracaso
rotundo, miren si no, o mejor no miren, qué sucedió con “El Llanero Solitario”…
Pero
alguna vez, el cine dio más de una oportunidad…
Hace
muy poco, Fernando Martín Peña,
quien ya había descubierto una copia única de “Metrópolis” con escenas
que se creían perdidas, halló una versión distinta de un film de Buster Keaton.
Se
trata del corto “El Herero”.
Lo
que observamos es que Keaton hizo
otra versión con agregados y cambios de partes a la original.
¿Y
por qué dos versiones de un mismo film?
Pues
porque en aquellos años (1921) era común que Buster fuera al preestreno de sus films, se escondiera en la parte
de atrás de la sala para escuchar el tenor de las risas y cambiara aquello que
no funcionaba…
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